El PP obtuvo en Galicia 41 de los 75 diputados del Parlamento regional en unas elecciones que se adelantaron cinco meses sobre la fecha prevista para evitar una sangría por los recortes de Rajoy y el rescate financiero al que se encamina España.

Mientras que los socialistas (PSG-PSOE) obtuvieron 18 diputados frente a los 25 que obtuvieron en las elecciones de 2009, lo que significa un duro golpe que también podría afectar a su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien tras la debacle electoral frente a Rajoy en las elecciones generales de hace un año no ha logrado recomponer a la formación opositora.

En tanto, los nacionalistas de izquierdas del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que tradicionalmente han sido la tercera fuerza gallega, cayeron a siete diputados, frente a los 12 con los que contaron en la última legislatura y se convierten en la cuarta fuerza gallega.

En cambio, en el País Vasco los nacionalistas e independentistas se hicieron fuertes, a un año de que la ETA anunciara el cese definitivo del fuego. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtuvo 27 de los 75 diputados del Parlamento regional, tres menos que en las elecciones de 2009. Mientras que la coalición independentista EH Bildu, en la que se integra la exBatasuna, el proscrito brazo político de ETA, consiguió 21 escaños, rentabilizando el fin de la violencia del grupo armado en las primeras elecciones autonómicas vascas a las que se presenta.

Con los diputados del PNV y los de EH Bildu, 48 en total, la nueva cámara de Vitoria estará dominada por un eje nacionalista-independentista, con dos partidos que llevan el horizonte de la independencia en sus programas electorales, en un momento en el que en Cataluña, en el noreste del país, se vive además un auge secesionista sin precedentes.

Los socialistas vascos (PSE), que de la mano de Patxi López gobernaron el País Vasco en la última legislatura, se hundieron en los comicios de hoy: obtuvieron 16 diputados frente a los 25 de la pasada legislatura. Y el Partido Popular (PP) de Rajoy, que con su apoyo parlamentario a éstos permitió en 2009 la ascensión al poder del primer Ejecutivo no nacionalista en la región, cayó de 13 a 10 escaños.