Por una amplia mayoría de 19 votos a favor y 2 abstenciones, el Ejecutivo israelí respaldó así la propuesta del primer ministro, Ehud Olmert, de no reconocer al nuevo Gobierno palestino, que hoy comenzó su andadura después de que sus ministros juraron el sábado sus cargos.

En la reunión de hoy del Gabinete Nacional israelí, los dos ministros que se abstuvieron fueron Raleb Majadale, del Partido Laborista y representante de la minoría árabe del país, y la ministra de Educación Iuli Tamir, del mismo partido.

La negativa de Olmert a reconocer al nuevo Ejecutivo palestino se debe, según dijo, a que no cita en su programa de gobierno los principios de la comunidad internacional que exigen a los palestinos el final de la violencia y el reconocimiento del Estado de Israel.

Por su parte la Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó la decisión israelí de continuar boicot al Ejecutivo palestino de unidad nacional.

"Desafortunadamente la actitud israelí e incluso la estadounidense son negativas y no satisfacen los objetivos del mundo árabe y de los palestinos", declaró hoy Nabil Abú Rudaina, portavoz del presidente Mahmud Abás.

"Es necesario tratar con el actual gobierno, darle una oportunidad para que pueda sobrevivir porque responde a una decisión palestina y del mundo árabe", añadió Abú Rudaina, en referencia a que el nuevo Ejecutivo palestino fue posible gracias a los acuerdos alcanzados en La Meca y la mediación saudí.

La medida adoptada hoy por el Ejecutivo israelí supone una extensión de la decisión de boicotear al anterior ejecutivo monocolor de Hamas, grupo que ganó por amplia mayoría las elecciones legislativas celebradas en enero de 2006.

Tanto el movimiento islámico como el grupo nacionalista Al Fatah, que lidera el propio Abás, han condenado la decisión del Gobierno israelí.

"La posición israelí no es nueva y tiene por misión conducir al resto del mundo a que aisle al gobierno de unidad", afirmó Maher Meqdad, portavoz de Al Fatah.

Por su parte, Yehia Musa, diputado de Hamas, opinó que la medida refleja el "espíritu racista y profundiza el conflicto creando nuevas excusas".

Fuente: EFE