El magistrado aclaró, sin embargo, que "es solo una hipótesis, pero que tiene posibilidades de concretarse porque la audiencia, que en principio fue convocada como testimonial, debió ser interrumpida en un momento por las características que estaba tomando".

El delito de "encubrimiento agravado" prevé una condena de entre uno y seis años de prisión y le podría caber a Lois porque, habiendo sido un funcionario público, no dio cuenta de lo ocurrido, siendo que él estuvo en las celdas a los pocos minutos de producida la masacre.

"Se trata de la muerte violenta de nada menos que 16 personas y no puede ser que no se haya hecho nada y el médico no haya notificado a sus superiores, al menos hasta ahora no existe constancia de algo así en el expediente y por eso debemos analizar su situación particular" sostuvo Sastre.

El médico Lois describió como "un charco de sangre" a la celda en la que fueron acribillados los 16 militantes el 22 de agosto de 1972 en la base "Almirante Zar" de Trelew.

El magistrado tomó el testimonio junto con el fiscal federal Fernando Gelves y el secretario penal Gustavo Lleral, la semana pasada, aunque en un momento la declaración fue interrumpida por el tono que estaba tomando y "ante la necesidad de establecer primero si sigue prestando declaración testimonial o indagatoria".

Ocurre que el médico era entonces teniente de corbeta perteneciente al escalafón profesional de la Armada Argentina y se encontraba revistando en la misma base en la madrugada del 22, cuando fue convocado por el oficial de servicio.

"De cualquier manera hay que tener en cuenta el contexto que se desarrolló el episodio, aunque hasta ahora quedó acreditado que Lois llega a la celda donde estaban los baleados muy pocos minutos después de las ráfagas y estaba en la escena el capitán (Luis) Sosa" describió Sastre.

En tanto, la justicia tiene agendado tomar mañana testimonio al escritor Tomás Eloy Martínez, autor de "La pasión según Trelew", obra que, según el juez, "da datos muy concretos cuya fuente sería necesario que la acredite".

La justicia se apresta a recibir además un informe del Instituto Balseiro, con sede en Bariloche, cuyos técnicos peritaron las paredes de la celda en la base donde se produjeron los disparos contra los presos para determinar el tipo de proyectil empleado y los impactos.