San Lorenzo consiguió un empate increíble ante Vélez al igualar 2-2 un partido que perdía 2-0 a los 43 minutos de la segunda etapa. Osmar Ferreyra y Roberto Jiménez anotaron los milagrosos goles del conjunto de Ruggeri y opacaron la ráfaga de Mauro Zárate, que en un minuto había anotado los dos tantos de Vélez.

Con varios suplentes y la cabeza metida en la revancha de la Copa Sudamericana, San Lorenzo salió sin demasiada motivación. Por el contrario, Vélez sintió el partido como una de las últimas chances para mantener sus ilusiones en el Apertura. Y por eso, antes de los treinta segundos tuvo su primera chance tras un anticipo de Uglessich, que derivó en un remate débil que controló Saja sin inconvenientes.

Más allá de las ganas y las mejores intenciones de Vélez, a los dos equipos les costaba hilvanar jugadas de peligro. En los visitantes, los dos delanteros, Castromán y Zárate, no se conectaban entre sí. En San Lorenzo, Ulloa y Malingas Jiménez, directamente, no participaban del juego. Entonces, el trámite se tornó muy monótono, con imprecisiones en la mitad de la cancha y pocas acciones de riesgo frente a los arqueros.

Con el correr de los minutos, esa tendencia se fue incrementando. Sin embargo, cuando más chato era el partido, una ráfaga de Mauro Zárate cambió la historia. En sesenta segundos, el menor de la dinastía anotó dos tantos. Primero recibió de cabeza de Castromán en una de las pocas veces que se juntaron y resolvió con un derechazo a contrapierna de Saja. Y en la jugada siguiente, recibió de Robles en posición adelantada, eludió al arquero y tocó al gol con el arco vacío.

Durante toda la segunda parte, Vélez controló el partido sin ningún sobresalto. Apenas con agruparse bien en el fondo y con buscar a Zárate se las ingenió para dominar el partido. San Lorenzo parecía entregado, sin respuestas ni anímicas ni futbolísticas como para revertir el panorama. Pero sólo parecía. Es que a falta de dos minutos, el conjunto de Ruggeri llegó de manera inesperada al descuento. Un centro de Botero desde la derecha encontró solito a Ferreyra, que definió sin ningún inconveniente. El gol le dio un aire impensado a San Lorenzo, que acosó a su adversario y llegó al empate tras un grosero error de Sessa, que despejó mal y su rechace rebotó en Jiménez y se convirtió en el empate. Así Vélez dejó pasar una oportunidad vital, mientras que San Lorenzo se fue con una sonrisa.