La política deportiva no es una entelequia ni un decálogo de cuestiones neutras. Claudio Morresi puede dar fe de ello, pero sobre todo las obras que lo rodean. El funcionario es tan humilde como el ex futbolista que aún lleva adentro, a tal punto que sus palabras salen como disculpándose cuando se trata de repasar lo hecho en su gestión. Recién cuando promedie la extensa entrevista que le concedió a Página/12, hará un balance que acompañará con un par de palabras: “Estamos satisfechos”. Pero, además, responderá sobre los Juegos Odesur que comenzarán el 9 de noviembre, la búsqueda de financiamiento desde el Estado para el deporte de alto rendimiento, cuestiones presupuestarias, la violencia que como plaga recorre las canchas donde él mismo jugaba y la continuidad de Julio Grondona al frente de la AFA.

“La organización de los Juegos Odesur está marchando bien. Llegaremos como esperábamos, con el sistema de acreditaciones e informática cubano que hemos contratado, porque es uno de los más avanzados. Además, ya tenemos en nuestro depósito el material deportivo como, por ejemplo, el del remo. Y también de otras disciplinas, que se irán entregando para las distintas sedes o para los lugares de preparación de las delegaciones. La pista de acá será la de entrenamiento. La responsabilidad de que esté terminada en los primeros días de noviembre es de la empresa que le pondrá el solado sintético.” Así describió Morresi cómo llega la Secretaría de Deporte al torneo más importante del año que se realizará en Buenos Aires, que coparticipa en la organización de los Odesur.

“La ciudad ha tenido un cambio muy grande, se está recuperando el tiempo perdido y esto ha generado que vayamos cerrando muchas cosas”, agregó. Para el secretario de Estado, los Juegos demandarán una inversión que “en su momento se pensó en 15 millones de pesos, pero después se aumentó a 17 y eso sin contar los 9 millones que la secretaría está aportando a la pista de atletismo, a la compra de material para este deporte y a la licitación del hotel del Cenard, de 38 habitaciones”.

El jugador que hace mucho colgó los botines ahora juega con los papeles y no quiere tirar datos ni cifras al voleo cuando recibe la segunda o tercera pregunta: ¿En qué instancia se encuentra el proyecto para financiar al deporte de alto rendimiento?

“La idea de la fundación compartida entre el Estado y las empresas privadas estaba en el área de Legales de la Presidencia de la Nación. Sabemos que después pasó al Ministerio de Economía para que diera su punto de vista desde lo presupuestario y ahora el proyecto llegó a su etapa final.”

La ambición de la secretaría pasa por recaudar entre 10 y 15 millones de pesos por aquella vía, después de “hacer una convocatoria lo más amplia posible, porque los valores del deporte pueden fortalecer los objetivos de marketing de las compañías. En la fundación habrá un comité y nuestra propuesta consiste en que participe personal de la Secretaría de Deporte para que exista concordancia con las políticas de la Nación. Y trataremos también de que ex deportistas la integren, como representantes de otros sectores de la sociedad”.

Morresi cierra el tema de la fundación con una exhortación al capital privado: “Nosotros creemos que una vez en funcionamiento, los grandes grupos que obtienen ganancias muy importantes en la Argentina, entre los que hay algunos relacionados con el deporte y otros que no, deberán en ciertos casos aportar por una obligación moral y también porque lograrán un beneficio en sus ventas”.

2006 se va con la impronta de los distintos mundiales que se realizaron a lo largo del año, en donde la Argentina tuvo avances y retrocesos. La reflexión del secretario de Deporte apunta al contexto porque “en las disciplinas de conjunto el país continúa siendo una potencia, ya que es difícil encontrar en otras áreas que estemos entre los diez primeros del mundo. Una vez discutí con un colega tuyo que se preguntaba: ¿cómo, pero si no salimos campeones? Da la sensación de que tras la gran crisis del 2001 nos estamos sosteniendo y nada más. Pero en el básquetbol femenino hemos mejorado, en el vóleibol venimos con un buen empuje, en el hockey femenino nos mantuvimos, otro tanto pasó con el fútbol y eso es importantísimo. Además, apareció Germán Chiaraviglio y atletas como Rocío Comba”.

Para respaldar su análisis, Morresi repasa los Juegos que se desarrollaron en los últimos once años: “La Argentina venía de un declive. En los Panamericanos del ’95, en Mar del Plata, salimos cuartos; en Winnipeg ’99, quintos; en Santo Domingo, séptimos; en los Juegos Odesur de Brasil 2002, terceros, debajo del local y Venezuela. Por eso, los Odesur de Buenos Aires y los Panamericanos del año próximo en Río de Janeiro nos servirán para saber si frenamos la caída y si hubo cierta recuperación”.