Gonzalo García, 59 años, ex militante de izquierda, ingeniero industrial y doctor en economía graduado en la universidad de Grenoble, Francia, acompaña a Ollanta Humala en la fórmula presidencial como candidato a la vicepresidencia. También es el jefe del plan de gobierno y gurú económico del humalismo. Director del Banco Central de Reserva, ahora de licencia, es uno de los economistas más respetados del país y su paso al humalismo sorprendió a muchos. Página/12 dialogó con García sobre el viaje de Humala a la Argentina y las propuestas económicas del ex militar peruano.

–¿El viaje de Humala a la Argentina y a Brasil, y sus anteriores visitas a Venezuela y Bolivia, implican la voluntad de un eventual gobierno de Humala de priorizar un acercamiento político

y económico con estos países? –Nuestra política es fortalecer la Comunidad Sudamericana de Naciones. Yo he viajado a Ecuador para entrevistarme con el vicepresidente, y también hemos abierto el diálogo con Tabaré en Uruguay. Nosotros buscaremos fortalecer la Comunidad Andina para integrarnos con el Mercosur y formar la casa sudamericana y practicar lo que llamamos el nacionalismo continental, que quiere decir una asociación de los países de la región con una perspectiva defensiva frente a los procesos de globalización intensos, pero asimétricos, una posición redentora en términos de los intereses económicos de nuestros pueblos y una afirmación muy clara de los derechos sociales y humanos.

–A diferencia del gobierno de Toledo, ¿un gobierno de Humala se integraría al bloque del Mercosur y Venezuela para asumir una posición conjunta en lo económico y comercial frente a Estados Unidos?

–Sí. Consideramos que las negociaciones bilaterales de Tratados de Libre Comercio (TLC) son inconvenientes. Nosotros proponemos una política multilateral. La idea es fortalecer la casa sudamericana como un espacio de intercambio económico.

–¿Con cuál de los gobiernos de la región se identifican más las propuestas del humalismo?

–Creo que en gran parte con Lula. También con lo que plantea Bachelet, como su cuestionamiento al sistema privado de pensiones. En lo intercultural y en la propuesta de un estado pluriétnico, con Evo, con quien hay una enorme sinergia. En el proyecto educativo, con Tabaré. Nos nutrimos de todas las corrientes socialistas democráticas de América latina.

–Se olvidó de Chávez, el gran mentor político de Humala.

–Chávez tiene una retórica antiimperialista atractiva y tiene una conducta consecuente con lo que dice. Pero a mí lo que no me gusta de su estilo es el encono, que divide a la sociedad, aunque eso ha bajado últimamente.

–¿No comparte el entusiasmo de Humala por Chávez?

–No sé si hay entusiasmo, lo que sí tenemos es la frialdad para saber que Chávez es un factor de poder muy importante en la región.

–¿Cómo sería la relación del gobierno de Humala con la Argentina?

–Buscaremos afianzar esa relación. Con el gobierno de Kirchner nos hermana el hecho de que ambos proponemos modelos que corresponden a una opción de quiebre frente al neoliberalismo y una posición fuerte e independiente frente al FMI. Nuestro gobierno afirmaría las relaciones económicas con la Argentina y promovería la inversión argentina en los sectores donde tienen una especialización y donde hay una necesidadperuana. Un ejemplo de eso es el centro de investigación de energía nuclear.

–¿Van a revisar las privatizaciones, la mayor parte de las cuales se hicieron en el gobierno de Fujimori y están denunciadas por irregularidades?

–Vamos a hacer una auditoría a las privatizaciones. En los casos en que encontremos irregularidades, como las hay, haremos la denuncia a la Justicia y esas empresas privatizadas irregularmente retornarían al Estado para que sean nuevamente privatizadas.

–¿Darán por terminados los contratos de estabilidad tributaria que exoneran del pago de tributos a muchas transnacionales?

–En nuestro gobierno no se firmaría ningún nuevo contrato de estabilidad tributaria ni jurídica. Los contratos de estabilidad ya existentes se tendrán que mantener un tiempo, porque para terminar con ellos, primero tiene que haber un cambio constitucional para cambiar las actuales reglas, que hacen ahora inamovibles esos contratos. Hay que cambiar primero las reglas, para después cambiar esos contratos.

–Ustedes hablan de promover la inversión nacional y fortalecer a los grupos empresariales peruanos como un aspecto central de su política económica. ¿Esto significa que tendrán a los grandes grupos económicos locales como sus principales aliados?

–La idea es desarrollar las empresas nacionales y hacerlas participar en los procesos de producción que hoy están en manos de empresas transnacionales. Cuando hablamos de fortalecer la empresa nacional no estamos pensando en los grandes grupos económicos, que en el Perú no son muchos, sino en una nueva clase empresarial, que ya está surgiendo. De ahí deben salir los nuevos grupos económicos.

–Pero los empresarios no quieren saber nada con ustedes. ¿Cómo van a hacer?

–Conociendo la matriz política del Perú, sabemos que a medida que los resultados electorales se dan, los afectos cambian.

–¿No temen que en un gobierno de Humala se fuguen las inversiones, como muchos están advirtiendo?

–Ningún temor. Como en todas partes del mundo, los inversionistas se van a alinear con las nuevas condiciones, porque si tiene una tasa de retorno el capital se alinea. Y el que quiera irse, que se vaya, eso no es problema porque vendrán otros.

–Para ustedes, ¿el fortalecimiento de los grupos empresariales nacionales es la vía para disminuir la gran exclusión social que existe en el Perú y que es una de sus ofertas centrales?

–Queremos alentar la creación de riqueza para todos, no solamente para los grupos empresariales. Para disminuir la exclusión y generar empleo, crearemos enlaces de mercados domésticos. Será un programa que vaya creando circuitos productivos andinos conectados para promover el crecimiento de los pequeños productores, a los que conectaremos con el mercado. Tenemos un programa de desarrollo social, en salud, educación y Justicia. Nos vamos a dedicar a conseguir una mejora sustancial en las remuneraciones. También proponemos un programa de apoyo a la pequeña agricultura. Aplicaremos programas sociales focalizados en las zonas de mayor pobreza. A los peruanos excluidos les proponemos una transferencia de recursos desde los sectores más modernos, a través de un conjunto de reformas tributarias y una nueva Constitución. Como Robin Hood, tomaremos impuestos de los que tienen más dinero y trasladaremos eso a los sectores excluidos de la economía, pero en inversiones productivas, no en asistencialismo.

–Ustedes han criticado el TLC firmado con Estados Unidos y que el Congreso debe ratificar, ¿que harían si el Congreso lo ratifica en estos meses y ustedes se encuentran al iniciar su gobierno con un TLC que no quieren convertido en un tratado entre estados que deben cumplir?

–En ese caso, someteríamos el TLC a una consulta popular. Es cierto que el TLC sería un tratado entre estados de cumplimiento obligatorio, pero nosotros, como estado, tenemos el derecho de consultar al soberano, que es el pueblo, para ver si seguimos adelante con ese tratado o lo renegociamos. Si el pueblo decide no seguir adelante con ese TLC, entonces lo dejaremos sin efecto y lo renegociaremos, pero si el pueblo aprueba ese TLC nos tendremos que tragar el sapo y seguir adelante con ese tratado.

–¿Cómo definiría la política económica que aplicaría un gobierno de Humala?

–Como un neokeynesianismo de izquierda. Eso significa que miramos la economía por el lado de la demanda para promover el crecimiento. Seremos un gobierno fuerte que pondrá reglas que se respeten. Haremos que las empresas paguen los impuestos que deben pagar. No afectaremos relaciones de propiedad. Proponemos un bloque de capitalistas nacionales que quieran apoyar el proyecto, pequeños productores agrarios y urbanos, obreros organizados, intelectuales y profesionales, que se enfrente al bloque transnacionalizado y al neoliberalismo facineroso.