La candidatura del izquierdista Rafael Correa se masificó tras haber recibido el aval de Venezuela. La carta de ser “amigo” de Hugo Chávez lo volvió conocido en el mundo, como les sucediera en las anteriores presidenciales a Lucio Gutiérrez y en Perú a Ollanta Humala. Pero a pesar de ser el gran favorito, Correa quedó segundo el domingo pasado e irá al ballottage con el candidato de derecha, Alvaro Noboa. El magnate bananero, pro TLC (tratado de libre comercio) y de discurso populista, acusó a Correa de “comunista” y sin presentar pruebas dijo que Caracas había financiado su campaña y despertó algún resquemor.

La segunda vuelta en Ecuador, el 26 de noviembre, tendrá como protagonistas a dos candidatos antagónicos, que parten con porcentajes similares. Correa es prochavista, muy anti TLC y antiimperialista. Buscará alinear al país andino con el eje Venezuela-Cuba-Bolivia. En cambio, el empresario millonario es favorable a que Ecuador firme el TLC con Washington y muestra mayor afinidad con Colombia, un aliado de Bush. “Se va a recrudecer la campaña anticomunista que recuerda al tipo de comunicación de lo más primaria, como fue la de los años ’60. Noboa va por esa línea y eso claramente afecta la transparencia”, advierte en diálogo con Página/12 el analista José Luis Ortiz, de El Expreso de Guayaquil.

Para Alianza País, el eje será el mismo. “Posición de ciudadanía frente a partidocracia/corrupción y pedido de renovación del Congreso”, dijo a este diario Vinicio Alvarado, director nacional de la campaña de Correa. El objetivo será evitar que los ecuatorianos voten a Noboa siguiendo la ruta peruana de los que temieron el ascenso de un nuevo Chávez. En 2002, Noboa fue incapaz de ganar el electorado de centro y el populista Lucio Gutiérrez ganó el 60 por ciento. El candidato del Partido Renovador Institucional Acción Nacional ya se lanzó a la arena proselitista con regalos a sus simpatizantes.

Alvarado reconoce que “la campaña sucia golpeó al electorado indeciso en dos temas: terrorismo y dolarización. Rafael no calificó de terrorista a la guerrilla colombiana de las FARC –cuando el estado ecuatoriano las considera terroristas– y a pesar de que dijo que mantendría la dolarización, fueron distorsionadas sus palabras”. Insistió con que la amistad del candidato con Hugo Chávez “es la misma que tiene con Néstor Kirchner y otros países de la región”. Según Ortiz, “debido a la incidencia que tiene Chávez en la región, es esperable que a muchos de los candidatos de países latinoamericanos se los vincule con él”. Como un boomerang, el triunfo o derrota de Correa podría ser un factor que influya en la campaña del venezolano para su reelección, en diciembre.