La mezcla explosiva de la batalla campal de San Vicente y los deseos del gobernador bonaerense Felipe Solá de avanzar en su re-reelección produjeron varias detonaciones por parte de sus potenciales competidores dentro del oficialismo. Entre sus contrincantes se cuentan el ministro del Interior, Aníbal Fernández; el titular de la Cámara baja, Alberto Balestrini, y el presidente provisional del Senado, José Pampuro, quien salió por primera vez a cuestionar la estrategia de Solá. “Está haciendo la consulta con los jueces de la Junta Electoral para ver si lo habilitan. Yo simplemente dije que la gente que me ha informado a mí no lo ve fácil. Los dos mandatos estarían cumplidos”, sentenció, en diálogo con Página/12. También lo responsabilizó por la falta de seguridad en el acto de San Vicente.

Tras el stand by en el que entró el proyecto reeleccionista de Solá, luego de la desaparición del sobreviviente Jorge J. López, la iniciativa volverá a activarse esta semana. El felipismo hará la mentada presentación ante la Justicia para que interprete si la Constitución provincial lo habilita a postularse en un tercer período. Solá sostiene que el artículo de la Constitución sobre el límite de dos mandatos no es clara, dado que él fue vicegobernador y gobernador alternativamente.

Pampuro le apuntó a la línea de flotación de su estrategia. Diplomáticamente, sostuvo que en consultas que hizo a “hombres del Derecho, me han transmitido la gran dificultad que estas situaciones de interpretación tienen para el gobernador”. En el diccionario bonaerense, esto se traduce como el comienzo de una estrategia para socavar sus aspiraciones reeleccionistas a las que ya se sumaron otros candidatos.

Aníbal Fernández hizo su aporte esta semana cuando le enrostró a Solá la falta de seguridad en el acto de San Vicente. Pampuro no se quedó atrás. “A mi juicio, el tema de la seguridad es indelegable por parte del Estado. Y lo que vimos por televisión es que no hubo seguridad, más allá de que se puede haber acordado con los gremios. Debió haber habido de entrada policías”, opinó el senador.

Sobre las hipótesis de conspiración, Pampuro no quiso ahondar en el camino que iniciaron varios funcionarios y que lleva al ex presidente Eduardo Duhalde, con quien compartió una estrecha amistad hasta no hace tanto. “Ahí, algunos dirigentes han manifestado esto. Lo que veo es una fuerte interna gremial, encabezada por el señor Medina de La Plata, con una actitud violenta. Ahora, que haya tenido una connotación mayor, no puedo decirlo ni arriesgarlo. Lo que puedo decir es que estaba preparado para perjudicar la presencia del Presidente”, abundó.

–¿Cómo debería dirimirse quién será el candidato? –preguntó este diario.

–Esto se tendrá que evaluar después de que se defina el futuro de Solá.

Creo que va a haber un consenso, porque la provincia está muy encuadrada con el Presidente. De todas formas, no se descarta una compulsa.

A las críticas también se sumó otro aspirante al cargo de gobernador, el diputado José María Díaz Bancalari, quien le apuntó a Solá por haber “delegado en sectores gremiales enfrentados”. Al igual que la vicegobernadora Graciela Gianne-ttasio –muy cercana a Chiche Duhalde– criticó a los “sindicalistas que pretendieron apropiarse del cadáver de Perón y del acto”.

En defensa de Solá salieron dos figuras disímiles: el jefe del bloque K en diputados bonaerenses, Fernando “Chino” Navarro, y el intendente de Avellaneda, el ex duhaldista Baldomero “Cacho” Alvarez. “Si bien yo no soy constitucionalista mi opinión es que está claro: el artículo en ninguno de sus párrafos impide la posible candidatura del gobernador nuevamente”, opinó Navarro. “Me parece excelente. Nuestra provincia se merece dar continuidad a un gobierno que está trabajando muy bien”, destacó Alvarez.