A dos días de su discurso, George Bush sigue intentando esquivar las críticas. “Si salimos de Irak, extremistas de todo tipo se envalentonarán. Al Qaida podría encontrar nuevas personas para reclutar y nuevos santuarios”, se justificó el presidente estadounidense, ante los pedidos de los demócratas de acelerar la salida de las tropas de Irak. El mandatario también aprovechó su tradicional mensaje radial de los sábados para garantizar que en enero próximo los soldados norteamericanos ya comenzarán la prometida transición de los combates cuerpo a cuerpo a acciones puntuales de contrainsurgencia o entrenamiento. Mientras hablaba, un grupo de cinco personas protestaba frente a la Casa Blanca.