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@p>El ex viceministro de Economía Emanuel Alvarez Agis le envió por correo a Cristina Fernández un amplio análisis del proyecto de ley de pago a los jubilados y blanqueo de capitales, con el cual justifica su oposición al denominado Programa Nacional de Reparación Histórica para jubilados y pensionados. “Creo que nuestro proyecto se tiene que manifestar absolutamente en contra de todo este paquete legislativo que busca, mediante la demagogia y los golpes bajos, quebrar el Sistema de Seguridad Social y perdonar eternamente los impuestos a los sectores más privilegiados”, advierte el ex funcionario del equipo de Axel Kicillof.

Al entrar en el análisis detallado del proyecto, Alvarez Agis señala que “es la primera vez que al Parlamento ingresa un proyecto de reforma tributaria de carácter regresivo”. Sostiene dicho argumento en base a los siguientes elementos, componentes centrales del proyecto:

- “Deroga el impuesto a los bienes personales, probablemente uno de los impuestos más progresivos que existen”.

- “Deroga el impuesto a la renta financiera (estrictamente, a la distribución de dividendos) que nosotros implementamos en 2013”.

- “No sólo busca vender las acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, sino que además permite que se use ese dinero para hacer inversiones en el exterior. En criollo: a la fuga de capitales de los privados, le vamos a sumar la fuga de capitales de la ANSES”.

- “Y, por último, realiza un blanqueo de capitales que permite que los que blanqueen “exterioricen”, es decir, que no ingresen sus fondos al país, sino que simplemente declaren que los tienen en Panamá y que los van a seguir teniendo fuera del país”.

Tras la descripción puntual de la propuesta de Cambiemos, Agis explica en su mensaje a Cristina, que la ex presidenta hizo público a través de su cuenta de twitter: “¿Por qué digo que este proyecto no es ninguna “reparación histórica” para nuestros jubilados, sino por el contrario, la destrucción del sistema previsional? Por dos razones: una que atañe a la cuestión distributiva y otra que hace a la sustentabilidad de nuestro sistema previsional”.

“Antes de ingresar a la función pública –recuerda–, en el año 2011, con un grupo de investigadores del Conicet, hicimos un estudio sobre los fallos Badaro-Ellif-Sánchez, que son los que dan lugar a los reclamos de los jubilados. El estudio analizaba cómo se modificaban los parámetros distributivos del Sistema Previsional Argentino como resultado de la aplicación de esta nueva jurisprudencia en materia previsional”, relata Alvarez Agis. “Lo más grave es que, dolarizando e indexando las jubilaciones, que es lo que hacen los fallos, lo que el Poder Judicial buscaba era que el haber jubilatorio “sustituyera” el sueldo del trabajador. Esto no es sólo un importante error conceptual, puesto que en un sistema solidario como el nuestro las jubilaciones no tienen nada que ver con la trayectoria laboral del jubilado. En un sistema solidario, los trabajadores de hoy le pagan la jubilación a los abuelos de hoy. Lo que cada trabajador aporta no va a un “chanchito” que luego cuando le toque jubilarse va a poder romper. Decía que esto no es sólo un error conceptual, sino que es un error de cálculo”.

“Resumiendo las conclusiones de ese estudio con el propio caso Badaro”, le informa Alvarez Agis a la ex presidenta, “¿sabe usted cuánto terminó cobrando Badaro de jubilación gracias a los fallos de la Corte? El haber jubilatorio de Badaro en 2011 ascendía a los 55.000 pesos por mes. De seguir con vida ¿sabe usted a cuánto ascendería hoy la jubilación de Badaro? A más de 120.000 pesos por mes”. Luego, el economista realiza la siguiente comparación. “¿Sabe usted cuánto fue el sueldo del trabajador que reemplazó a Badaro en su función activa, cuando Badaro se jubiló? 9.500 pesos. Es decir, mientras que Badaro cobraba en el año 2011 una jubilación de 55.000, el trabajador que ocupó el puesto de trabajo del que Badaro se jubiló tenía un sueldo de 9.500. El Poder Judicial en lugar de asegurar el famoso 82 por ciento móvil, hizo que con estos fallos estemos pagando jubilaciones que son el 579 por ciento móvil”.”Esa es la primera razón por la cual no estoy de acuerdo con el proyecto del Gobierno para reformar el Sistema Previsional: no es una “reparación”; es una destrucción”, refirió Alvarez Agis.

Tras describir las fallas “distributivas” del proyecto, el ex viceministro pasó a explicar los problemas de sustentabilidad que genera. “Lo que el proyecto de ley enviado por el Gobierno propone es aumentarle las jubilaciones sólo al 30 por ciento de los jubilados. Pero no a cualquier jubilado, si no al 30 por ciento que más gana. Esto es el equivalente a 4 puntos porcentuales más del PIB, es decir, casi 200.000 millones de pesos más por año. En concreto: nuestro Sistema Previsional no soporta ese nivel de jubilaciones”. De inmediato, el economista vinculó el tema del blanqueo con la deuda con los jubilados, pero en un sentido muy diferente al que propone Cambiemos, que lo presenta como mecanismo de financiación de la “reparación histórica”.

“Cada vez que un argentino decide radicar una cuenta off-shore en un paraíso fiscal, lo que hace es dejar de pagar impuestos en nuestro país. En criollo: evade impuestos. Es mentira que las cuentas off-shore son fondos propios, es plata que le roban a todos los argentinos, sean jubilados o no. Cada vez que una gran empresa negrea su facturación, ocurre lo mismo. Y cada vez que un banco fuga divisas, también. Esos impuestos son los que permitirían que el Estado pagara jubilaciones más altas sin que la economía volcara. Si queremos jubilaciones como las de Dinamarca, necesitamos contribuyentes como los de Dinamarca”, sentenció el ex viceministro.

Tras cuestionar que el sistema de regularización planteado “no obliga a ingresar el dinero al país, con lo cual su efecto sobre la economía va a ser muy bajo”, Alvarez Agis sostiene que el argumento esgrimido por el gobierno, en cuanto a que “después de 2016 se terminan las guaridas fiscales, es sencillamente falso”. Hace referencia enseguida a los acuerdos de intercambio de información que, en la versión de Cambiemos, harían absolutamente transparentes los movimientos de capitales. Recordó que ni Estados Unidos ni Suiza van a participar de esos intercambios, con lo cual preservan su condición de receptores de “fondos negros”. Pero, además, cuestionó la eficiencia de la colaboración entre jurisdicciones cooperantes. “Cuando nosotros desde el Gobierno hicimos un intercambio de información para descubrir cuentas de argentinos en el exterior, nos dijeron que no había ninguna. No fue sino hasta la aparición de (Hervé) Falciani que pudimos saber de las 4.040 cuentas de argentinos en el exterior”, radicadas en la sucursal de Ginebra del HSBC, concluyó.