En Coronel Dorrego, María Liliana Díaz Benítez, de 24 años, fue muerta de un balazo dentro de un auto, y poco después su ex pareja Marcelo Fabián Camarero, de 48 años, se entregó a la policía y confesó haber cometido el femicidio. Antes, se reunió en un bar con un grupo de amigos a quienes “contó que se mandó una macana” y que le recomendaron entregarse, informó el ayudante fiscal de Coronel Dorrego-Monte Hermoso, Marcelo Romero Jardín. El crimen ocurrió el miércoles por la noche. Poco después de las 21, Camarero pasó a buscar a Díaz Benítez por el profesorado de Educación Física del Instituto de Formación Docente 62, donde ella estudiaba. Díaz Benítez subió al Peugeot 308 que, de acuerdo con lo reconstruido por los investigadores, pretendía ir a un departamento de Santagada al 600. Ella se habría negado a ir con él y, en cambio, habría reiterado su decisión de terminar la relación (algo que había sucedido meses atrás, cuando ella reestableció su vínculo con una pareja anterior). Camarero sacó una pistola 9 milímetros y le disparó en la cabeza a Díaz Benítez, quien murió en el acto. El arma estaba a nombre de Camarero, quien tenía el carnet de portación en regla. Luego del crimen, Camarero “solicitó ayuda, contó que se mandó una macana y le confesó el hecho a unos amigos” durante una reunión en el bar Plaza, aseguró Romero Jardín. “Los amigos le recomendaron que se presente, hay varios que declararon. Entonces fue a la comisaría con dos letrados aportados por ellos”, añadió. El cadáver de Díaz Benítez fue hallado en el asiento del acompañante del Peugeot. Los forenses determinaron que la mujer presentaba un orificio de bala en la sien del lado izquierdo con orificio de salida en la parte occipital derecha, en tanto que había un impacto en el vidrio del acompañante hacia afuera. Además, en el interior del auto se halló una vaina servida calibre 9 milímetros que será sometida a peritajes. La confesión sólo será válida si Camarero la ratifica ante la Justicia.