De un viejo prontuario de Ríos Seoane, se desprende que empezó a frecuentar las comisarías porteñas a los cuatro años de llegar a la Argentina desde España. Entre 1956 y 1965 fue detenido varias veces por lesiones, estafa y ebriedad. El primer caso data del 25 de octubre de 1956, cuando fue a parar a la seccional 5ª porque la Policía Federal le aplicó el edicto por estar ebrio.

El 27 de abril de 1960 fue sobreseído provisionalmente en su primera causa por lesiones y dos años después le ocurrió otro tanto por una denuncia similar. Pero no pudo zafar de una condena por el mismo delito el 2 de junio del ’64, en que recibió una pena condicional de un mes de prisión.

El 9 de enero de 1965 volvió a quedar involucrado en otro expediente judicial, aunque por estafa y defraudación reiterada, del que resultó absuelto de culpa y cargo. Una década después, en 1976 y durante la dictadura militar, Ríos Seoane fue sobreseído provisionalmente en una causa por daño en la comisaría 7ª y el 2 de septiembre de 1980 quedó firme un fallo de Cámara que lo condenó a pagar 150 mil pesos de multa y las costas en un juicio por injurias iniciado el 5 de junio del ’78, en pleno mundial. Ese año asumía la presidencia del club Deportivo Español.

Las denuncias contra el ex dirigente continuaron en los años siguientes y comprendieron también imputaciones como defraudación y administración fraudulenta.