Era palpable la mala onda que había entre los diplomáticos argentinos por las críticas lanzadas por los dirigentes de la comunidad judía sobre lo que consideran un rebrote de hechos antisemitas en Buenos Aires, en alusión a unas declaraciones del grupo Quebracho y unas pintadas en la Facultad de Filosofía y Letras. Los integrantes del American Jewish Committee serán recibidos el jueves por la senadora Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Jorge Taiana, pero ellos quieren ver al Presidente. “Aquí hay profesores que enseñan en Columbia o Harvard que son declaradamente antisemitas y no por eso a la comunidad judía se le ocurre pedir una entrevista con el presidente Bush”, decían en la comitiva argentina. E, insistían, que detrás de esas quejas de la comunidad judía se esconde la intención de presionar a la Argentina para alinearse con los objetivos de la política exterior de los Estados Unidos y, por ende, del Estado de Israel. “Quieren que nos distanciemos de Hugo Chávez y que rompamos relaciones con Irán”, aseguraba ayer un diplomático argentino. Pese a todo dicen que la reunión de jueves transcurrirá amablemente.

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“No se preocupen, que yo llevo el sol. Nunca llueve adonde yo viajo”, había bromeado el presidente Kirchner cuando le informaron que en Nueva York había llovido jueves y el viernes. Y, por cierto, ayer amaneció nublado pero luego se despejó, lo que podía dar pie para la supuesta buena onda del clima kirchnerista. Sin embargo, el Weather Channel pronosticó que el martes vuelve el agua, inmune a los influjos presidenciales.

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No se encontraron por poco. Contaban los diplomáticos argentinos que viven en Nueva York que la semana pasada Shakira dio un recital en el Madison Square Garden y que era posible toparse por las callecitas de Manhattan al núcleo duro del recordado Grupo Sushi. Antonio de la Rúa, su hermano Aíto y hasta el ex vocero presidencial Darío Lopérfido formaron parte de la troupe de la cantante colombiana que, al parecer, es generosa a la hora de repartir viáticos. Es más, quienes pudieron conversar con el afortunado Antonio, se enteraron de que junto a su novia planea comprar una isla caribeña para formar un paraíso ecológico.