“De guapo nadie me va a venir a correr.” El titular de la CGT, Hugo Moyano, eligió ayer esa frase para insistir en que no piensa renunciar a su cargo. La expresión estuvo cargada de los códigos callejeros que abundan en el sindicalismo. “¿Por qué no vinieron al plenario de secretarios generales?”, se preguntó Moyano en referencia al dirigente de los gastronómicos, Luis Barrionuevo. El viernes, Barrionuevo no asistió a una reunión de autoridades de la CGT en la que estaba previsto discutir la continuidad de Moyano. Junto con los Gordos, Barrionuevo encabeza el frente anti Moyano que intenta desplazar al camionero de la secretaría general de la CGT. Moyano salió fortalecido de esa asamblea. Beneficiado por el faltazo de sus rivales, recibió el apoyo de cien sindicatos. Ayer aprovechó el envión y cuestionó al único de sus competidores que asistió a aquel acto, Juan Pablo “Pata” Medina. “No tiene sentido entrar en debate con personajes que no existen desde el punto de vista gremial”, aseguró.

“Nadie va a renunciar. No tengo interés en aferrarme a nada, pero nadie me va a correr con la vaina, nadie me va a arriar con el pañuelo”, dijo Moyano con su habitual vehemencia. Cuando le preguntaron por la manifiesta intención de varios dirigentes de pedirle la renuncia, respondió que el tema deberá debatirse en el Consejo Directivo de la CGT. “Estamos con toda la tranquilidad de dar el debate cualquiera sea el resultado, lo que pasa es que algunos pareciera que tienen miedo de debatir. Por eso algunos no vinieron al plenario”, argumentó. Luego reconoció que las distintas posiciones podrían derivar en una ruptura de la central, aunque aclaró que esperaba que al final eso no sucediera. “La CGT no puede estar otros quince años dividida”, exhortó. Entre 1991 y 2004 la CGT estuvo dividida por diferencias internas ante la política económica de Carlos Menem.

Buscado por varias radios, Moyano también aprovechó para cargar puntualmente contra el titular de la Uocra La Plata. Desde los enfrentamientos en San Vicente entre camioneros y albañiles, engrosadas ambas filas con barrabravas pagos, la figura del Pata Medina comenzó a ganar espacio en la consideración pública. El viernes, el dirigente de la Uocra volvió a encargarse de que se siga hablando de él. A pesar de no ser secretario general del gremio al que pertenece (la asamblea había sido convocada para secretarios generales de cada sindicato, no de una filial como es su caso), Medina se apersonó en la sede de Azopardo e Independencia con unos diez acompañantes que parecían guardaespaldas. “Vengo a pedir la renuncia de Moyano”, dijo como toda presentación.

Su visita fue tomada como una provocación por los allegados del camionero. “El Pata es un provocador profesional”, gruñó en ese momento un colaborador de Moyano. Ayer, el titular de la CGT fue consultado por la presencia de su flamante enemigo número 1 en la reunión del viernes. Su respuesta fue desafiante. “No tiene sentido entrar en debate con personajes que no existen desde el punto de vista gremial.” Después le preguntaron por la batalla de San Vicente y las responsabilidades que les caben a los organizadores. “La Justicia que está investigando será la que responsabilice y defina quiénes son los culpables. No previmos que algunos descerebrados fueran a actuar de la forma que actuaron. Siempre hay oportunismo de algunos irresponsables que ante la falta de protagonismo se montan en estos hechos desgraciados”, se limitó a contestar.

Al hablar de los enfrentamientos de San Vicente, Moyano volvió a cuestionar que el gobierno de Felipe Solá haya aceptado delegar la seguridad del predio en las 62 Organizaciones. “¿Cómo con la presencia del Presidente, del gobernador bonaerense y autoridades de otras provincias, se va a hacer cargo de la seguridad la CGT?”, criticó. El mismo cuestionamiento se escuchó en los primeros días posteriores al traslado de los restos de Perón. En ese momento muchas voces contrastaron la labor del gobierno nacional, que ese día mantuvo a la Policía Federal a cargo de la seguridad mientras la procesión recorrió el distrito porteño, con la intervención de la administración bonaerense.

El debate por la continuidad de Moyano al frente de la CGT volverá a ganar actualidad en los próximos días. Varios representantes del mundo sindical con mucho peso en la CGT deben regresar de Viena, capital de Austria, adonde viajaron para participar de un congreso internacional del trabajo. Entre ellos están Julio Piumato (Judiciales), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Gerardo Martínez (Uocra). En el mismo foro participan varios dirigentes de la CTA, como el docente Hugo Yasky, Pablo Micheli (ATE) y Pedro Wasiejko (neumáticos). Al regreso de Europa, los dirigentes de ambas centrales se encontrarán no sólo con el debate inconcluso sobre la continuidad de Moyano. Es probable que también se hable de que el Estado podría conceder la personería gremial para la CTA.