En las últimas semanas se planteó la polémica sobre la performance electoral de Sergio Massa. Algunas encuestas señalan que se estancó, otros dicen que sigue peleando arriba.

Para Analía Del Franco, “en una campaña electoral de largo aliento y sensible como la presidencial, cada candidato posee su propia curva de capitalización electoral, que puede pasar por momentos de crecimiento, de estabilidad y de pérdida de caudal. Ma-ssa arranca con alto impacto su carrera de candidato presidencial, por su triunfo en Buenos Aires en el 2013, por ser nuevo para el resto del país entre otras cosas y además porque inicialmente estuvo sólo en el escenario electoral. Hoy se han multiplicado los candidatos: el oficialismo ofrece una gama de precandidatos, el PRO se constituye en una alternativa para sectores sin referentes claros, como los simpatizantes radicales, esto implica necesariamente un reajuste de estrategia de posicionamiento, también para el Frente Renovador y Massa”.

Hugo Haime sostiene que “por el lado de la oposición, continúa firme el liderazgo de Massa quien sigue siendo el dirigente mejor evaluado del país. Quien tiene mayor porcentual de voto seguro y menor rechazo, ganador en todas las alternativas de ballottage. Massa pasó en pocos meses de ser un dirigente con afincamiento en la provincia de Buenos Aires a proyectarse como dirigente nacional. Hoy lo vemos buscando consolidar dicho posicionamiento: ese salto supone construir soportes en cada provincia. De dicha consolidación depende un nuevo salto en las encuestas”.

La vision de Roberto Bacman es distinta: “En los últimos meses las encuestas muestran un estancamiento y hasta incluso una tendencia a la baja en la intención de voto al candidato del Frente Renovador. Hay distintas causales que pueden llegar a influir en esta situación. Una de ellas es que arrancó muy fuerte en las encuestas. Las mediciones de principios de 2014 lo ubicaban como el candidato individualmente más votado. Sin embargo, en estos últimos meses, un segmento de electores más alejado del modelo ideológico del actual oficialismo, empezó a encontrar en Mauricio Macri un mejor representante del pensamiento que expresa la derecha en nuestro país. En tal contexto, y desde el punto de vista empírico, el estancamiento de Massa fue concomitante al crecimiento del líder del PRO”.

Para Eduardo Fidanza, “Massa, efectivamente, está estancado en las encuestas. Hace seis meses encabezaba cómodamente la intención de voto y hoy ha sido empatado o superado por sus principales competidores, Scioli y Macri. Veo tres razones. Se le hace difícil liderar la agenda a medida que transcurre el tiempo; la reforma del Código Penal, pobre en sustento, se agotó pronto y no encuentra un tema con repercusión popular. Su posicionamiento termina siendo ambiguo, no resuelve bien la disyuntiva cambio/continuidad y en tercer lugar, si bien los votantes le reconocen perfil opositor y capacidad de liderazgo, también ven en él a un candidato inmaduro (‘le falta una horneada’ dicen muchos) y oportunista. Sin embargo, Massa es, a mi juicio, un candidato fuerte con buenas chances, aún, de disputar el ballottage”.