Un pronunciamiento jurídico de Argentina ganó un premio internacional que destaca las mejores resoluciones en favor de los derechos de las mujeres. Se trata del dictamen del Fiscal de Estado de la provincia de Santa Fe, Pablo Saccone, en el caso de la adolescente Ana María Acevedo, a quien se le negó un aborto terapéutico en un hospital público y como consecuencia de esa decisión arbitraria murió sin recibir el tratamiento oncológico que necesitaba. Recibió el Premio Mallete del Público otorgado por la agencia española colombiana Women’s Link World Wide, que también entrega los premios Garrote a las peores decisiones en términos de género en el mundo.

El dictamen galardonado fue firmado en 2015 y aconseja al gobernador reparar económicamente a la familia de la joven, al asumir que la conducta de los médicos que intervinieron en su (mala) atención violó la “lex artis”, es decir, lo que la Medicina indicaba para su mejor tratamiento, y desconoció principios legales. También asume el compromiso de evitar que hechos similares se repitan, honra el recuerdo de la joven y rescata el legado que dejó Ana María.

Promovidos por Women’s Link Worldwide, los premios Garrote y Mallete vigilan el poder judicial y la discriminación de mujeres y niñas. Las peores sentencias recayeron en República Dominicana por penalizar el aborto y en Reino Unido por exculpar a un hombre que violó a una mujer y dijo haber tropezado. La mejor sentencia reconoce la ilegalidad del matrimonio infantil en Zimbabue.

El dictamen santafesino recibió el premio Mallete del Público, con un total de 31.497 votos. En 2010, el auto de procesamiento a seis médicos que mal atendieron a Ana María Acevedo, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y lesiones culposas, recibió idéntica distinción. Esa resolución fue firmada por el juez Eduardo Pocoví. Pero llamativamente la causa no avanza.

“La manera en que los jueces y las juezas interpretan las leyes tiene un impacto directo sobre la vida de mujeres y niñas en todo el mundo. Desde Women’s Link defendemos un diálogo cada vez más directo entre la sociedad civil y las instancias judiciales sobre cómo deben interpretarse y aplicarse las leyes, premiando aquellas decisiones que hacen avanzar la igualdad de género y poniendo en el foco público aquellas que están basadas en estereotipos y que van en contra de los derechos”, destacó Tania Sordo Ruz, coordinadora de los Premios.

La historia de Ana María Acevedo sigue conmoviendo a personas del mundo entero. Su muerte joven, injusta, pobre, cruel y medieval, a manos de fundamentalismos religiosos, es conocida y denostada por varones y mujeres en todo el planeta.

“Seguiremos trabajando cotidianamente para que el impacto mundial que este caso ha ganado repercuta en beneficio de los derechos de las mujeres y hacia el interior del Sistema Público de Salud”, destacaron desde la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe, que acompañan a la familia de Ana María Acevedo en su lucha por Justicia y postularon el dictamen del Fiscal de Estado para el concurso. El derrotero de Ana María Acevedo, quien falleció nueve años atrás en el Hospital Iturraspe, de Santa Fe, se convirtió en un emblema en la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito para el movimiento de mujeres en el país. Tenía 19 años cuando le diagnosticaron un cáncer en la mandíbula. Poco después se supo que estaba embarazada. Tenía tres hijos y era muy pobre. Aunque en la Argentina no es punible el aborto cuando peligra la vida o la salud de la mujer, médicos del Iturraspe, dependiente del gobierno provincial, se rehusaron a practicarle una interrupción de embarazo, como ella solicitó. Y también se negaron a iniciarle el tratamiento que requería su cuadro, para preservar la vida del feto. Ana María tenía fuertes dolores. El 26 de abril de 2007, cuando cumple 22 semanas de gestación, los médicos decidieron adelantar el parto y realizarle una cesárea, a raíz de su dramático estado de salud. La beba murió a las 24 horas. Después de un rápido deterioro de salud, Ana María falleció el 17 de mayo de 2007. Sus tres hijos, hoy de 9, 10 y 12 años, solo la recuerdan por fotografías.