Ocho meses después de la huelga general contra la reforma laboral del Partido Popular, España volverá a paralizarse, al igual que Portugal, donde el sindicato mayoritario ya convocó un paro general el mismo 14 de noviembre. Los sindicatos españoles confían además en que Chipre, Malta y Grecia también vayan a la huelga. Será un "hito" en la historia del movimiento sindical europeo, movilizado contra las políticas de ajuste, dijo el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

Es la primera vez que se suceden dos huelgas generales en el mismo año en España, la primera vez que se convocan dos paros contra un mismo gobierno y será también la primera vez que haya una huelga general en campaña electoral, la de Cataluña, que el 25 de noviembre celebrará elecciones autonómicas anticipadas. "Hay un convencimiento general de que esta huelga debe ser algo más que un paro general laboral", manifestó el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Rajoy, desde Bruselas, criticó la convocatoria. "No ayuda en nada a España" ni a su "imagen", dijo al término del Consejo Europeo. El presidente del gobierno español admitió que sus reformas "son duras" -"soy consciente de que estamos tomando decisiones que no le gustan a mucha gente", dijo- pero defendió la necesidad de hacerlas para lograr la recuperación económica e insistió en que la huelga no es el camino. "No sirve para solucionar los problemas de los ciudadanos".

CCOO y UGT reunieron hoy por separado a sus órganos de dirección para decidir oficialmente sobre la convocatoria de un paro del que ya nadie dudaba y al que se unió la llamada Cumbre Social, una plataforma que aglutina a 150 organizaciones, entre ellas los dos grandes sindicatos, organizaciones de juristas, futbolistas y de las fuerzas de seguridad. Los sindicatos aseguran que las políticas de ajuste no funcionan, acusan al gobierno alemán de Angela Merkel de imponerlas por interés electoral y recriminan a Rajoy estar agravando la crisis con sus recortes, sin resolver los problemas de la sociedad española.

"España se acerca peligrosamente a los seis millones de desempleados", denunció el líder de CCOO. Toxo y Méndez advirtieron a Rajoy de que no va poder doblegar la "resistencia" de los ciudadanos. Esto es una "carrera de fondo", dijeron, la huelga está justificada y rendirá "frutos".

El Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, e Izquierda Unida (IU), la tercera fuerza parlamentaria de ámbito nacional, expresaron su apoyo a la huelga. "Sobran razones en España y en Europa para hacerla", dijo el portavoz socialista de Economía en el Congreso de los Diputados, Valeriano Gómez.

Desde la huelga general del 29 de marzo contra la controvertida reforma laboral de Rajoy, que facilitó y abarató el despido, las protestas de los sindicatos contra las políticas del Ejecutivo se han mantenido. Hubo movilizaciones después de que, en abril, el Ejecutivo aprobara recortes por valor de 10.000 millones de euros en sanidad y educación, adicionales a los de los presupuestos generales del Estado.

La tradicional celebración del 1 de Mayo se convirtió en una exigencia al gobierno para que rectificara sus políticas. Y cuando Rajoy anunció en julio el ajuste más profundo en la historia de la democracia española, de 65.000 millones de euros en dos años y medio, los sindicatos comenzaron a reivindicar un referéndum para que los españoles puedan expresarse sobre los recortes del Ejecutivo.

El 15 de septiembre, decenas de miles de personas se manifestaron en España contra los recortes. Y el 7 de octubre volvió a haber manifestaciones en casi 60 ciudades del país.