[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Este remate es tan absurdo que seguramente será noticia en varias partes del mundo, porque en la mayoría de las ciudades los zoológicos son estatales o están asociados a grupos científicos”, había advertido ayer el legislador Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico (PSA).

El legislador consideró "un verdadero bochorno que aquí donde se rematan los objetos empeñados que nadie viene a buscar se haya rematado una concesión por cinco años del zoológico de Buenos Aires sin tener en cuenta cuál es la mejor propuesta del zoológico para el futuro, ni la mejor propuesta científica sobre el bienestar animal".

"Aquí se privilegió quién paga más, es una vergüenza; aquí se ha privilegiado el absurdo ya que ni siquiera representa un gran negocio para el gobierno de la Ciudad, porque el pliego dice que una vez que los empresarios completen la inversión no van a pagar más cánones y la van a ir descontando de las inversiones que hicieron", agregó.

Camps había presentado un recurso de amparo para impedir una nueva cesión del predio; la medida fue aceptada en primera instancia, pero luego la Sala I de la Cámara de Apelaciones de la Ciudad rechazó el pedido. Camps aseguró que el remate viola la Ordenanza 46.229, que establece que no se pueden otorgar nuevas concesiones en espacio verdes luego de vencidas las vigentes. La decisión de reconcesionar, dijo, también infringe el artículo 89 de la Constitución de la Ciudad, que establece la necesidad de autorización de la Legislatura para avanzar en el mecanismo.

El legislador denunció que esta mañana, al intentar acceder al lugar donde se llevó a cabo la licitación junto a su par María José Lubertino, se produjeron forcejeos con el personal de seguridad. "Cuando quise ingresar con mi credencial de diputado de la Ciudad de Buenos Aire no me permitieron el acceso, me patotearon, me empujaron, me agarraron del saco y tuve que entrar por la fuerza", relató. Lubertino también debió ingresar a la sala entre forcejeos junto a algunos miembros de organizaciones protectoras de animales que interrumpieron en reiteradas oportunidades la licitación con gritos y aplausos.