Con la victoria sobre Quilmes, Independiente continúa alimentando sus pretensiones de pelear arriba en el torneo de Primera. El triunfo le permite al equipo de Avellaneda llegar a las siete unidades y quedar a dos del líder Central. Los muchachos de Jorge Almirón fueron mucho más de lo que indicó la chapa final y pudieron haber resuelto el pleito con anterioridad.

Independiente sacó ventaja inicialmente con un remate desde fuera del área de Mancuello, después de una muy buena maniobra colectiva que incluyó una cesión de Pisano. Desde el comienzo Independiente se calzó la ropa de protagonista, con Mancuello solidario y explosivo en la mitad de la cancha, con Albertengo inquieto y movedizo, y Aguilera que mostró solvencia en el fondo, permitiendo que el equipo de Avellaneda asomara como dominador.

Quilmes buscó reaccionar en desventaja, pero lo hizo desde el amor propio antes que por el juego en sí, ya que Buonanotte lució apagado y Bieler estuvo aislado arriba, bien controlado por la defensa visitante.

En la única maniobra de aproximación que tuvo en esos 45 minutos iniciales, el equipo de Julio Falcioni llegó al empate. Hubo una infracción fuera del área de Aguilera a Buonanotte y el remate de Rodrigo Gómez tomó de sorpresa a Diego Rodríguez, para señalar el 1-1.

El equipo de Avellaneda tuvo, inclusive, una oportunidad magnífica para ponerse otra vez en ventaja, pero el colombiano José Valencia la desperdició con un remate que se fue junto al palo, cuando ya no tenía oposición de Assmann.

En el comienzo del segundo segmento, Quilmes intentó adelantarse en el terreno y concretó, con dificultad pero con entusiasmo al fin, los mejores 15 minutos de su producción. Hubo buenas labores de Gómez y Braña en la contención, pero faltó para inquietar al arco rival.

Hasta que, tras una infracción táctica de Joel Carli, se produjo el último gol de la velada. Con un contragolpe ejecutado con precisión, una definición precisa de Albertengo tras pase de Emiliano Papa, les dio la ventaja a los jugadores de Almirón, que se asentaron tras la conquista, máxime cuando Buonanotte vio la tarjeta roja por una fuerte infracción sobre Papa.

Con un hombre menos, en desventaja, el conjunto blanco poco podía hacer para cambiar la suerte de la noche, mientras la visita se mostraba superior y estiraba a once la racha de encuentros oficiales sin perder con Quilmes, que no lo derrota desde 2004, cuando lo hizo por 1-0, con tanto de Raúl Saavedra.