La constancia de Arsenal finalmente tuvo su premio. El conjunto de Sarandí convirtió dos goles cuando se moría el partido y venció 3-2 a Racing. Los conducidos por Gustavo Alfaro no se resignaron y consiguieron la tercera victoria del campeonato ante un equipo que atacó poco pero que fue contundente. Racing, por su parte, se replegó y pagó cara su falta de ambición para liquidar el partido. El equipo dirigido por Reinaldo Merlo volvió a dejar un pálida imagen, sumó tan sólo un punto de los últimos 12 y continúa sin levantar su nivel.

De entrada, Arsenal apostó por un planteo ofensivo. Caffa se asoció con Raymonda y Obolo, y comenzó a generar las primeras situaciones de riesgo. Pero cuando el conjunto local manejaba el ritmo del partido, Racing se encontró con la primera ventaja. Bastía sacó un potente derechazo que chocó primero contra el travesaño, luego en el palo, y en el rebote Bergessio marcó el primer tanto de la tarde. Arsenal, obligado a buscar el empate, se adelantó y le cedió espacios a su rival, que optó por el contragolpe. A los 30 minutos, Caffa bajó involuntariamente un lateral con la espalda y dejó solo frente al arco a Ortiz, que no perdonó a Campagnuolo y decretó la igualdad. Sólo quedó tiempo para que, vía aérea, el local pudiera alcanzar el segundo gol. Primero lo tuvo Obolo con un cabezazo que Torres sacó de la línea y minutos después Ruiz conectó un centro de Caffa que se fue cerca del palo.

En el arranque del segundo tiempo, Racing se puso nuevamente en ventaja: Moralez recibió un centro de Bergessio y, de sobrepique, marcó su primer gol del torneo. El partido se volvió desprolijo y desordenado. Arsenal comenzó a abusar de los centros y los visitantes, más preocupados por defenderse que por atacar, no aprovechaban los errores su rival. Lo tuvo Bergessio en los últimos minutos pero su remate fue despejado por Cuenca. Y a los 42 minutos, un nuevo centro cayó en el área de Racing y, tras una serie de rebotes, Obolo marcó el empate y abrió la puerta a un final vibrante. Arsenal no se resignó: después de un lateral, como en el primer tanto, Caffa anotó de media vuelta y desató el delirio en la tribuna local. Festeja Sarandí: Arsenal apeló al amor propio y obtuvo su tercera victoria como local.