Independiente es puntero, pero perdió dos puntos. Remontó un 0-2, aunque se quedó disconforme. En llegadas, mereció perder. Sin embargo, se fue con bronca porque hace tres partidos que no gana. Así de paradójica fue la noche para el equipo de Troglio, que igualó 2-2 con San Martín de San Juan, que tampoco se fue tan conforme porque hizo méritos para llevarse algo más.

El esquema del partido fue el típico entre un grande que juega de local con un equipo chico que llega a defenderse. Como muchas veces sucede, si pasan los primeros 15 minutos y el empate se mantiene, lo que aparentaba ser un trámite sencillo empieza a complicarse. Y ni hablar si cuando está por pasarse esa frontera de tiempo, el visitante anota un gol. Ese panorama negro se le planteó a Independiente, que aparentaba ser muy superior en los momentos iniciales del juego, pero no supo sacar ventaja en ese segmento.

Entonces, los sanjuaninos pasaron los sobresaltos iniciales y se pararon mejor en el terreno. Y cuando ya habían emparejado el trámite, encontraron la diferencia con un excelente cabezazo de Herrera, tras un tiro libre que ejecutó Torres. Si ya venía deshilachado, Independiente se terminó de derrumbar. Ante un rival ordenado, el equipo de Troglio no encontró variantes para romper el sistema defensivo que se le oponía. Fue en ese momento cuando empezaron a aparecer los nervios y las imprecisiones.

Cómodo porque no sufría, San Martín comenzó a soltarse y animarse. Por eso, pudo aumentar a través de Tonelotto, pero Assman contuvo su disparo. El aviso no despertó a Independiente, que se volvió a equivocar en defensa y lo sufrió con otro gol: frente al achique mal tirado, Pacheco habilitó a Herrera, que definió con un toque de zurda al segundo palo de Assman. Pero a diferencia de lo que ocurrió en el primer tanto, esta vez Independiente respondió enseguida, con una excelente rosca de Sosa desde afuera del área, que metió a su equipo de nuevo en el partido justo cuando se terminaba el primer tiempo.

El tanto de Sosa cambió los ánimos, por lo que el conjunto local recuperó las energías del comienzo. De esa manera, amagó con llevarse por delante a San Martín, que ya no mostraba la soltura de la etapa inicial. Claro que Independiente no tenía demasiadas ideas y, para colmo, defendía mal. Por eso pudo sufrir el tercer gol, pero Carreño desvió un remate desde el borde del área chica y Assman le tapó un buen disparo a Merlo.

Como no lo supo resolver, San Martín lo pagó carísimo. Porque Monasterio falló en un tiro libre y Montenegro lo anticipó para anotar el empate. Independiente buscó la victoria, pero casi encuentra la derrota: Sólo la pésima definición de Carreño y la gran reacción de Assman lo impidió.