Viernes, 28 de noviembre de 2008 | Hoy
EL MUNDO › PASARON REVISTA A UN DESTRUCTOR EN LA GUAIRA, CERCA DE LA CAPITAL VENEZOLANA
Por Maye Primera y
Mauricio Vicent *
Desde Caracas y La Habana
Vladimir Putin cumplió su promesa. En la noche del miércoles, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y el venezolano, Hugo Chávez, firmaron en Caracas un acuerdo para la cooperación en el área del uso de la energía nuclear con fines pacíficos. Es un sueño hecho realidad para Chávez, que desde 2005 ha procurado sin éxito la ayuda de Brasil, Argentina e Irán para la construcción de una central nuclear en Venezuela. Y es la concreción de la palabra dada por el primer ministro Putin en septiembre pasado, cuando anunció públicamente que esta vez el acuerdo saldría adelante. El presidente ruso también selló acuerdos energéticos y militares con Caracas, antes de partir hacia su última parada, Cuba.
“Brasil tiene varios reactores nucleares, Argentina también –había dicho Chávez el 28 de septiembre, al regresar de su segundo viaje a Moscú en menos de tres meses–. Nosotros tendremos el nuestro y Vladimir (Putin, primer ministro ruso) lo dijo allí delante de la prensa: Rusia está lista para apoyar a Venezuela en el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos y ya tenemos una comisión trabajando al respecto”, agregó. La firma del martes fue sólo el acto protocolar.
Este es uno de los siete convenios que ha suscrito el presidente Medvedev con el gobierno de Chávez, durante una visita de dos días a Caracas que se inició el miércoles en la noche. Los seis acuerdos restantes contemplan, entre otras resoluciones, más cooperación en materia petrolera, con la creación de un consorcio energético entre Pdvsa y Gazprom, la apertura de vuelos directos entre Caracas y Moscú y la prestación de servicios para la construcción y reparación de buques y plataformas marítimas. La creación de un banco bilateral, anunciada por el presidente Chávez, fue postergada hasta diciembre próximo.
La llegada de Medvedev coincide con el arribo a puerto venezolano de una flota naval rusa, liderada por el crucero nuclear “Pedro El Grande” y por el destructor “Almirante Chabanenko”. Ayer los mandatarios pasaron revista a los tripulantes de este último en el puerto venezolano de La Guaira, a unos 30 kilómetros de Caracas. Los oficiales de la marina rusa les explicaron los ejercicios militares que realizarán con sus pares venezolanos la semana próxima.
Después de la recorrida, el mandatario ruso partió hacia la última parada de su gira latinoamericana, Cuba. Medvedev llegó a la isla con el objetivo de estrechar la renacida alianza entre ambas naciones. En estos momentos de tensiones con Estados Unidos, Rusia quiere reforzar su relación estratégica con su ex socio ideológico. A Cuba también le interesa. Moscú quiere invertir en la perforación en aguas profundas cubanas del Golfo de México.
Medvedev y Raúl Castro se reunieron en el Palacio de la Revolución no bien el líder ruso pisó tierra. Es la primera vez que hablaba cara a cara con Castro. Hasta entonces, los cubanos habían negociado con el enlace de Moscú con la región, el viceprimer ministro, Igor Sechin. Entre julio y noviembre de este año el enviado recorrió los despachos oficiales de La Habana en tres ocasiones, la última para suscribir diez acuerdos económicos y conceder un crédito por 20 millones de dólares. La visita de Medvedev de ayer no dejó nuevos acuerdos, excepto una invitación para su par cubano para devolver la cortesía y viajar a Moscú el año próximo.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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