El ministro de Planificación, Julio De Vido, admitió ayer por la tarde que se produjeron 44 mil cortes de suministro eléctrico a usuarios de la Capital Federal y sus alrededores en las últimas horas. El reconocimiento llegó al final de la segunda jornada en la que los porteños sufrieron la fatídica combinación de temperaturas agobiantes y falta de electricidad en sus hogares. Pero no fueron todos los porteños, como se ocupó de aclarar De Vido, al señalar que la cifra de 44 mil hogares o establecimientos afectados representa apenas un 25 por ciento de los 200 mil que se habían registrado en enero pasado en la misma área. Aunque tampoco fueron sólo los porteños: las ciudades de Rosario, Córdoba y San Juan fueron algunas de las que reportaron interrupción del servicio en vastas zonas de su geografía. En todos los casos, las fallas del sistema se detectaron en la distribución, que resultó sobrepasada por la demanda en dos jornadas con record de temperaturas para la época del año. De Vido advirtió que el Gobierno aplicará sanciones a las empresas si se detectan negligencias. “Seremos severísimos”, afirmó el ministro. La situación de emergencia se prolongaría hasta hoy.

Pese a las protestas de los vecinos, agrupados o de manera particular, con o sin cacerola en mano, las dos distribuidoras eléctricas del área metropolitana evitaron la exposición pública y brindaron respuestas en cuentagotas. Desde Edenor respondieron que sólo se habían detectado “cortes puntuales” en distintos barrios y que en cada caso podían afectar a un número mínimo de clientes. Ambas empresas señalaron que en las últimas dos jornadas se batieron los records históricos de demanda para el mes de noviembre. Edenor registró el miércoles una demanda de 3700 megawatts, que se acercó al record de junio pasado, cuando alcanzó a 3800 MW, en tanto Edesur tuvo el mismo día una demanda de 3250 MW, que superó el último record del 8 de enero de este año.

“El sistema general está operando de manera aceptable”, señaló la vocera de Edesur, Alejandra Martínez, quien aseguró que “no hay zonas sin luz”, sino “alguna que otra cuadra con fallas, pero muy chicas y dispersas”. Su par de Edenor, Alberto Lippi, coincidió en caracterizar los cortes como “un problema puntual en la red de baja tensión”. Y aseguró que sobre 2,5 millones de clientes, “unos tres mil deben haber tenido inconvenientes”.

El ministro Julio De Vido indicó, por su parte, que los cortes en el suministro eléctrico que se producen en el área metropolitana “no obedecen a problemas estructurales del sistema de distribución sino a dificultades temporarias” por las altas temperaturas. En cuanto a la generación de energía eléctrica, el titular de Planificación aseguró que el sistema está respondiendo bien al aumento de la demanda estacional. En los últimos años, los volúmenes de suministro se ubicaron en picos de 18.100 megavatios contra una oferta disponible de 21 mil megavatios”.

Respecto de los cortes, De Vido los minimizó señalando que son “problemas propios de una situación climatológica, típica de la época, pero agudizada por estos seis, siete días de altísimas temperaturas”. Recalcó que, pese a estas condiciones climáticas, “no ha habido cifras grandes de usuarios con cortes; creo que esto va a durar hasta mañana (por hoy)”, advirtiendo que para los días posteriores “está previsto un cambio de clima” en el área metropolitana.

El problema eléctrico también afectó las áreas urbanas del interior. La empresa eléctrica de Córdoba, EPEC, dispuso cortes preventivos y rotativos de media hora en cuatro sectores de la ciudad: Alta Córdoba, San Vicente, Nueva Córdoba y Centro. “Los cortes se realizan para rotar la carga y hacer que la energía alcance para todos”, indicó la empresa. Numerosos bancos del microcentro dejaron de atender en la tarde de ayer por falta de electricidad. En Rosario, las elevadas temperaturas obligaron a la empresa de energía a programas nuevos cortes durante la tarde, pese a que por la mañana había anunciado que no serían necesarios. De todos modos, se produjeron apagones, incluso en el micro y macrocentro rosarino, más allá de los horarios de corte programado. En San Juan, vastas zonas de la provincia se vieron desprovistas de electricidad ayer durante más de cuatro horas. El consumo record habría dejado fuera de servicio tres transformadores.

La fuerte concentración de población en el área metropolitana, y de poder adquisitivo particularmente en algunos barrios, hace que los niveles de consumo sean en esta zona más altos que en el resto del país. Pero, además, altamente variables ante el cambio en las condiciones climáticas. Por ejemplo, el uso de acondicionadores y freezers eleva sensiblemente la demanda en los hogares pudientes cuando hay altas temperaturas. El sistema de distribución eléctrica en Capital Federal está capacitado para un consumo medio habitual más un margen de aumento que, por lo general, trata de adelantarse en un año a la curva de demanda probable. El problema es que cuando la demanda se concentra en un solo día o dos, el salto que se produce es equivalente al crecimiento de la demanda en tres o cuatro años.

“Es como en una casa, si se sobreexige a cierta hora el sistema eléctrico, saltan los tapones”, describió una alta fuente del sector con pedido de no ser identificado. “No se puede esperar que las empresas privadas adapten el sistema con capacidad adicional para resistir un nivel de consumo que se puede dar, a lo sumo, en cuatro o cinco días al año, pero que permanecería ocioso el resto del año”, reflexionó. ¿Y entonces, pretenden que las obras de ampliación las haga el Estado?, inquirió este diario. “No, lo lógico es aceptar que unos pocos días al año haya cortes”, fue la tajante respuesta.

La lógica privada de los negocios tiene razones que la sensibilidad social no entiende.