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El Parlamento iraquí aprobó ayer un Pacto de Seguridad con los Estados Unidos, en el cual se establece el retiro definitivo de las tropas norteamericanas para fines de 2011. El acuerdo bilateral entrará en vigencia a partir del 1º de enero de 2009 para sustituir el mandato de las Naciones Unidas que vence en diciembre de este año, aunque previamente deberá ser refrendado por el Consejo Presidencial de Irak, compuesto por el presidente y los dos vicepresidentes.

Luego de casi un año de intensas negociaciones entre Washington y Bagdad, el acuerdo fue aprobado por 144 de los 198 diputados que estuvieron presentes en la Cámara, que tiene un total de 275 miembros. El documento final contó con el respaldo de los principales grupos étnicos y parlamentarios de este país: sunnitas, chiítas y kurdos.

De todos modos, el gobierno de Irak decidió organizar un referéndum para el próximo 30 de julio sobre el acuerdo aprobado ayer en el Parlamento. Si en el referendo fracasa y el gobierno iraquí decide revocar el acuerdo, deberá notificar a los Estados Unidos con un año de anticipación, lo que significa que las tropas estarán autorizadas a permanecer en el país sólo hasta mediados de 2010.

A partir del Pacto de Seguridad, Irak se carga con importantes funciones políticas y militares. Pero al tomar control del operativo militar en el país, se asegura el derecho a requisar los cargamentos militares norteamericanos y a juzgar a estos soldados por los crímenes que cometan cuando estén fuera de servicio.

Asimismo, con esta ley, Irak podrá regular desde el año próximo el accionar de los 150 mil soldados estadounidenses desplegados en su país. El gobierno iraquí tendría poder de autorización o de veto sobre todas las operaciones militares que Estados Unidos despliegue en su territorio.

El pacto obliga a entregar los archivos de todos los detenidos que se encuentren bajo custodia estadounidense, mientras que en otro de sus artículos se impide a los militares de los Estados Unidos usar a Irak como territorio para atacar a terceros países. También fija una amnistía para los prisioneros acusados de haber participado en actos de insurgencia contra el gobierno iraquí, luego de la intervención liderada por Estados Unidos en 2003 para derrocar al régimen de Saddam Hussein.

El presidente estadounidense, George W. Bush, se mostró satisfecho con la aprobación del acuerdo realizada por los legisladores iraquíes. “Esto demuestra el progreso de la democracia en Irak y su capacidad creciente para autodefenderse”, dijo Bush. El presidente también señaló que espera una rápida ratificación del Pacto de Seguridad por el Consejo Presidencial iraquí, último paso para la aprobación final del mismo.

Estados Unidos invadió Irak hace más de cinco años, con la excusa de que el líder iraquí Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva. Las armas nunca fueron encontradas, pero Hussein fue condenado a muerte y ahorcado en 2006, mientras el país descendía en una espiral de violencia que nunca pudieron controlar las tropas estadounidenses.

Aunque Bush siempre se negó a fijar una fecha para el repliegue de sus soldados, a semanas de abandonar la presidencia selló un compromiso político para terminar la guerra dentro de tres años. Pero será su sucesor, el electo Barack Obama, quien se encargue de supervisar la retirada. Durante la campaña presidencial, Obama prometió que haría regresar a la mayoría de los soldados en los próximos 16 meses, de aquí a mediados de 2010, es decir, más rápido que lo previsto en el acuerdo aprobado ayer.

“Hace dos años habría sido impensable un pacto de este tipo”, señaló Bush. El mandatario dijo que fue posible gracias a las mejoras en la seguridad y a los progresos en la lucha antiinsurgente registrados en los últimos dos años, durante los cuales las tropas extranjeras y las fuerzas iraquíes lograron atenuar la violencia y el caos en el que se sumió a Irak tras la intervención militar estadounidense.