Tras la brutal represión del jueves, los trabajadores del Ingenio Ledesma cumplieron ayer el tercer día consecutivo de paro y piquete en la ruta nacional 34, y mantenían bloqueado el acceso sur a la localidad de Libertador San Martín, donde está emplazado el emporio de la familia Blaquier. A última hora del viernes, el Ejecutivo encabezado por el radical Gerardo Morales dictó la conciliación obligatoria entre la empresa y el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail). Tras la reunión entre las partes, que resultó un fracaso, el Ministerio de Trabajo jujeño instó a los trabajadores azucareros a “respetar los términos de la instancia de conciliación y deponer medidas de fuerza, tales como cortes de rutas”. Pero el gremio rechazó el pedido, amparado en que la empresa de los Blaquier ya gozó de veinte días de tregua durante la conciliación que dictó el Ministerio de Trabajo nacional y que concluyó el lunes pasado, sin acuerdo.

Desde la ruta, los trabajadores resolvieron ayer en asamblea continuar con el paro y el corte de ruta por tiempo indeterminado. “La postura de los trabajadores azucareros es firme, no se va a levantar la medida hasta que no haya arreglo con la patronal”, aseguró el secretario general, Rafael “Cuchi” Vargas, durante el programa radial del sindicato, “Bajando Caña”. Hasta ayer, los azucareros consideraban improbable un desalojo, dado el costo político que podría generarle a Morales y a la empresa otra represión. De todas formas, se mantenían en alerta frente a lo que pueda decidir la justicia y la policía de la provincia, “siempre al servicio de Ledesma”, tal como denunciaron.

“Lo único que se pretendió desde la otra parte fue ganar tiempo para dilatar y buscar el desgaste”, dijo tras la infructuosa reunión del viernes el secretario adjunto de Soeail, Ricardo Aguilera. El lunes retomarán las negociaciones en la sede del Ministerio de Trabajo de la provincia. Hasta ahora, la empresa de los Blaquier no mejora la propuesta de 11200 pesos de básico, ya rechazado por el sindicato, a la que sólo agregó un bono “bicentenario” de 2000 pesos.

Mientras el corte continúa, los trabajadores recibieron varias muestras de solidaridad. Los titulares de la CGT Azopardo, Hugo Moyano; de la CTA Autónoma, Pablo Micheli; y de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, firmaron un comunicado conjunto en el que repudian “la brutal represión contra los trabajadores del Ingenio Ledesma”, y hacen responsable de la violencia “al gobierno provincial y al gobierno nacional”.

El viernes, los integrantes de la Mesa Coordinadora contra el Ajuste y la Represión condenaron la represión y exigieron que se garantice la marcha por el 40 aniversario de La Noche del Apagón en Ledesma, durante una conferencia de prensa en la que denunciaron que se vive “un Estado policial” en la provincia, en relación a la detención –en simultáneo con la represión– de varios militantes de la Tupac Amaru. Las actividades por los 40 años del secuestro de 30 trabajadores del ingenio en julio de 1976 comenzarán el martes en la plaza central de Libertador San Martín, por lo que si el lunes no hay acuerdo entre el gremio y la empresa, los actos de memoria coincidirán con la cotinuidad de la medida de fuerza de los trabajadores.

La represión sobre los azucareros se desató el jueves pasado, cuando los trabajadores apenas cumplían pocas horas del paro por tiempo indeterminado que habían resuelto la noche anterior. Hubo 80 heridos producto de las balas de goma y los gases lacrimógenos que efectivos de Infantería descargaron sobre los manifestantes, en una de las puertas de ingreso a la planta de gas de Ledesma.