Ninguna consultora pronosticó los 21 puntos de diferencia que existieron entre Mauricio Macri y el segundo, Daniel Filmus, pero la gran mayoría habló de una victoria amplia que, proyectada, podría rondar los 15 puntos. Sin embargo, el gran acierto de los encuestadores en esta elección fue pronosticar que el ministro de Educación iba a ubicarse por encima del jefe de Gobierno. Era un diagnóstico muy difícil por la escasa diferencia entre ambos, que al final resultó de 3,5 puntos, un margen dentro del error matemático que tiene cualquier sondeo. La mayoría de las consultoras pronosticaron eso, entre 2 y 4 puntos de distancia a favor de Filmus. Y acertaron. Opinión Autenticada, que venía con la fama de haber acertado en Misiones, fue la que cometió el error más grave, ya que el viernes presagió que Telerman tendría 7 puntos más que Filmus, es decir que se equivocó en más de 10 puntos. En la misma situación de error serio quedó Management & Fit, que también adelantó una ventaja de Telerman sobre Filmus.

Este diario publicó un largo listado de consultoras que adhirieron a un mismo pronóstico: OPSM, liderada por Enrique Zuleta Puceiro; CEOP, de Roberto Bacman; Analogías, de Analía del Franco; Aresco, de Julio Aurelio; Ricardo Rouvier, Hugo Haime, Graciela Romer, Ipsos-Mora y Araujo, Equis, de Artemio López, y Poliarquía, encabezada por Sergio Berenztein y Eduardo Fidanza. En total, diez empresas con un diagnóstico bastante similar: Macri se impondría por una diferencia apreciable, entre 12 y 15 puntos, aunque algunas proyecciones adelantadas por Página/12 en la mañana del domingo hablaban de ventajas aún mayores del presidente de Boca.

Las mismas diez encuestadoras ubicaron a Filmus en el segundo lugar. Fue un pronóstico arriesgado, porque todos coincidían en que la diferencia que registraban estaba dentro del margen de error de un sondeo de opinión. Sin embargo, con el correr de los días, y en la medida en que repetían unas 300 encuestas diarias de seguimiento, la tendencia se fue consolidando y por ello se arriesgaron a sostener que el titular de Educación ingresaría al ballottage, cuando un mes atrás se ubicaba en el tercer puesto.

En los tres últimos días, la mayoría de los consultores registró un aumento de Macri y una disminución de Telerman, lo que de alguna manera indicaba que un sector de la franja opositora se inclinaba más por utilizar el canal de Macri. No será fácil evaluar qué papel jugó la alianza Telerman-Carrió, pero los consultores coinciden en que, con esa movida, el jefe de Gobierno perdió cierta ambigüedad que tenía respecto del gobierno de Kirchner. Ya ubicado en el terreno de la oposición neta –y siempre de acuerdo con la evaluación que hoy hacen los encuestadores–, Telerman perdió apoyos a manos de alguien como Macri, que tenía mayor trayectoria como opositor. Es cierto que también pudieron haberlo afectado las acusaciones del gobierno nacional o la sensación de que el pacto con Carrió fue una especie de acuerdo de apuro sólo con el fin de sacar más votos.

Si se toman como parámetros los porcentajes de la elección de diputados de 2005, no hubo cambios abismales. Filmus consiguió 4 puntos más que Bielsa y Telerman 2 menos que Carrió. Pero esos movimientos casi imperceptibles establecieron quién entró al ballottage y quién no.

Opinión Autenticada se vio envuelta en un fuerte conflicto con las demás consultoras. La mayoría exhibió una gran prudencia, sosteniendo que la pelea entre Telerman y Filmus era pareja, con algún margen para el segundo. OA irrumpió en forma dura y a través de sus referentes, Gustavo González y Cecilia Valladares, toreó a las empresas más tradicionales. “El segundo es claro: Telerman. Y habrá ocho puntos de diferencia con Filmus”, le dijo Valladares a Página/12 el jueves a la noche y lo mismo le ratificó a este diario en la tarde del sábado, 24 horas antes de la elección. Management & Fit, que también estuvo ligada a la campaña de Telerman, mantuvo una postura menos belicosa, menos despreciativa, respecto del resto, pero suscribió el mismo diagnóstico de ventaja clara de Telerman sobre Filmus. Ambas erraron en lo que era uno de los aspectos centrales de la elección.

Otro de los ingredientes de los comicios de ayer fue la elección de diputados. La mayoría de los consultores señaló que la lista de Aníbal Ibarra recogería un caudal importante de votos. Algunas mencionaron hasta el 18 o el 19 por ciento. Al final, la Alianza Diálogo por Buenos Aires hizo una buena elección, con el 14 por ciento, superando a la nómina encabezada por Ginés González García. En este rubro, también hubo quién adelantó que el MST, con Patricia Walsh a la cabeza, y el Partido Buenos Aires para Todos, de Claudio Lozano, se disputarían una sola banca. Anoche, el lugar en la Legislatura parecía quedar para Walsh.

La polémica sobre las encuestas en el ballottage continuará en la elección nacional de octubre y aún después. Es un debate que existe a nivel internacional. Hay dirigentes políticos que están convencidos de que un sondeo es un instrumento de publicidad. Pero lo real es que la mayoría de las empresas, con personal y trayectoria, no suele inmolarse en una elección. Pueden errar y errar mucho, sobre todo porque los electorados se están definiendo cada vez más hacia el final de las campañas. También existe el voto oculto, el voto vergonzante, de personas que tienen en mente poner una boleta, pero no se animan a decírselo al encuestador. Y, por supuesto, están los errores en las muestras, con proporciones equivocadas que llevan a medir demasiado en una clase social y demasiado poco en otra. En el interior, por ejemplo, hay mucha diferencia entre lo que se vota en una ciudad grande y los apoyos en los pueblos más chicos. Y, obviamente, hay quien cede ante el cliente-político y da a conocer una hipótesis de voto forzada, en la que no cree demasiado. Pero lo cierto es que las consultoras con trayectoria, que tienen un dato adverso a su cliente, prefieren mantenerse en silencio, no difundir sus encuestas, antes que quedar expuestos públicamente con una pifiada, que les redundará en menor prestigio y más dificultades para conseguir nuevos clientes. En la elección de ayer, al menos, la mayoría se fue a dormir con bastante tranquilidad. No acertaron en forma milimétrica, pero dieron en la tecla con las grandes tendencias que después se verificaron en las urnas.