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Argentina le pagará la deuda del blindaje a España, un gesto de Kirchner para Rodríguez Zapatero. Hasta está lista la arquitectura para sortear el Club de París, que no permite un trato aparte exclusivo para españoles.

 Por F. C.

Desde Montevideo

Argentina acordó ayer un plan para saldar antes de 2012 la deuda de alrededor de mil millones de dólares que mantiene con España, contraída durante el blindaje financiero que inventó Fernando de la Rúa para salvar su gestión en picada. El plan, más allá de sus pagos en efectivo, debe interpretarse como un gesto político del presidente Néstor Kirchner hacia el jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, su principal aliado en el norte del planeta. En la única declaración que hizo durante su breve estadía en Montevideo, el Presidente señaló que su encuentro con el líder socialista había sido “excelente”.

Los presidentes hicieron la salvedad de que el acuerdo que se plasmará en papel antes del 1º de diciembre será compatible con los compromisos de cada país ante los organismos financieros internacionales. Es que, desde el vamos, Kirchner quiso pagarle la deuda a su amigo Zapatero por afuera del Club de París, al que España pertenece. Pero las reglas del organismo establecen que las acreencias de sus miembros deben negociarse en conjunto, con lo que un acuerdo bilateral sería inviable.

Pero ocurre que para diciembre la ministra de Economía, Felisa Miceli, tiene previsto presentar la propuesta de renegociación de la deuda total que la Argentina mantiene con el organismo, unos 6 mil millones de dólares, incluyendo la parte española. Con una presentación de pago para toda la deuda, imaginan que no habrá contratiempos en el Club para aceptar lo negociado entre Kirchner y Zapatero.

No hubo precisiones en cuanto al monto y la periodicidad de los pagos. Sólo se supo que no hay quitas pactadas, aunque sigue en pie la propuesta de Moratinos de utilizar el programa “canje de deuda por educación” en este caso. Luego de que Argentina presente una propuesta y España la acepte, 80 millones de dólares de la deuda se utilizarían como inversión en educación en el país. Miceli le explicó largamente al asesor económico de Zapatero, Miguel Sebastián, mediante una serie de planillas, sus ideas respecto de la cancelación. Sebastián se llevó los papeles y prometió estudiarlos.

La gestión fue el dato más importante del encuentro bilateral que ambos presidentes sostuvieron ayer por la mañana, luego de que ambos pronunciaran sus discursos en la sesión inaugural de la Cumbre Iberoamericana. Según las fuentes argentinas, no se habló del tema tarifas ni del conflicto por las papeleras, que Kirchner ya había conversado minutos antes con el rey Juan Carlos.

El encuentro fue concurrido, por lo que el temario estuvo salpicado. Del lado argentino participaron la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ministro de Planificación, Julio De Vido, el canciller Jorge Taiana, la ministra Miceli y el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini. Entre los acompañantes de Zapatero se ubicaron Miguel Sebastián, el canciller Miguel Angel Moratinos, y las secretarias de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, y de Cooperación Internacional, Leire Pajín.

Entre las mujeres hubo un tema principal. Hablaron de los proyectos de España para colaborar en los eventos celebratorios del Bicentenario, en 2010, un evento en el que la senadora Kirchner tiene puesto especial interés y que ya trató con Zapatero en anteriores oportunidades.

Terminada la reunión, no hubo tiempo para más. En un principio se creyó que Kirchner se quedaría hasta la noche –la foto “de familia” de los jefes de Estado participantes se tomó a las 20– pero no fue así. Ya había dicho su discurso y tenido las reuniones bilaterales para las que viajó. Así que dispuso que prepararan la caravana de autos y partió.

Café con Kofi

Antes de los encuentros con el rey y el jefe de gobierno de España, Kirchner mantuvo una breve reunión con el secretario general de la ONU, Kofi Annan. El ghanés se está despidiendo del cargo –ya fue electo su sucesor, el coreano Ban Ki-moon– y vino a la Cumbre para saludar a los jefes de Estado de la región, quienes el viernes realizaron una cena en su honor.

En su mandato, Kirchner tuvo un recordado contratiempo con Annan cuando el jefe de la ONU avaló a José Luis Machinea como titular de la Cepal, cuando el presidente argentino quería que el cargo lo ocupara el hoy titular de la Comisión de Representantes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez. Pero si quedaron vestigios de aquel enojo, ayer no se notó. Kirchner elogió a Annan la capacidad con la que había sabido manejar los difíciles episodios que le tocó vivir a cargo del más importante organismo multilateral, y le pidió que no se alejara de la región y siguiera aportando su experiencia. Como contrapartida, Annan recordó el papel que había jugado Kirchner en el replanteo del papel de los organismos internacionales de crédito durante la renegociación de la deuda externa. Kirchner le dijo que ahora que se retiraba al fin podría aceptar su invitación para visitar El Calafate. Un clásico.

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Kirchner y su cercano colega español cerraron un trato para pagar antes de 2012.
 
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