La Policía Federal Argentina fue condenada a pagar cerca de 500 mil pesos a una joven que cuando tenía 17 años fue violada por el cabo primero de la fuerza Ariel Gustavo Romero Otero, quien engañó a la víctima y la hizo subir a su auto con la excusa de que investigaba un caso de tráfico de drogas en un colegio privado del barrio porteño de Balvanera. La condena fue dictada por la sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial Federal ante la demanda promovida por la chica, cuyas iniciales son G.A.C.V., cuando llegó a la mayoría de edad.

La Federal se opuso a la demanda argumentando que el suboficial abandonó la tarea a la que estaba asignado –la custodia de un banco– y tuvo una conducta ilícita por la que la institución no debía responder. Los camaristas consideraron, en cambio, que el abandono del servicio no excluye la responsabilidad institucional y que la función policial del agresor fue “el motivo y la ocasión” para cometer el delito.

Los camaristas Francisco de las Carreras, Martín Diego Farrell y María Najurieta afirmaron que la responsabilidad de Romero Otero debe ser trasladada a la Policía Federal, porque la violación fue cometida en un horario en el que prestaba servicios, porque se valió de su condición de policía para abusar sexualmente de la menor y porque usó en el hecho el arma proporcionada por esa fuerza.

El tribunal elevó los montos reconocidos en el fallo de primera instancia y condenó a la Federal a pagar 40 mil pesos por el daño psíquico sufrido por la víctima, 90 mil por el daño biológico y 350 mil por el daño moral, lo que suma un total de 480 mil pesos más intereses. El caso ocurrió a las 6,50 del 6 de abril de 2000, cuando la joven de 17 años iba hacia un colegio ubicado en la calle La Rioja al 600.