Es un campo de 1200 hectáreas: “Con arroyos, cascadas, un paisaje muy agreste”, define Miguel Suárez, quien está al frente de Yatan Rumi, una reserva naturista en Córdoba. Tiene tres años y en esta temporada ya recibieron la visita de unas cuatrocientas personas de distintos puntos del país y en algunos casos también del exterior. Allí el nudismo es obligatorio. “Después de una pequeña adaptación de una hora –aclara– para que los novatos se sientan cómodos.” Aproximadamente el setenta por ciento de los visitantes, dicen, hacen nudismo allí por primera vez.

Yatan Rumi ha logrado el apoyo de las autoridades locales en sus emprendimientos. El más publicitado fue un maratón al desnudo realizado en diciembre en el que participaron cien personas (corrieron 66, el resto era público, pero todos estaban desnudos) y que contó con el auspicio de la Municipalidad de Tanti. También hubo un concurso de body painting en Carlos Paz en enero y un torneo de voley en febrero, ambos igualmente con auspicio municipal.

“De las autoridades sólo hemos tenido apoyo”, sostiene Suárez. El único problema se suscitó días antes del maratón, cuando “ciertos medios, en tren de generar polémica, fueron a buscar la opinión del cura párroco del lugar. Nosotros ya habíamos hablado con él y nos había dicho que no se iba a mostrar a favor ni en contra, pero cuando los medios fueron a tocarle la puerta y a exhibir la publicidad del evento junto a la iglesia, se molestó. Por eso al final el maratón fue dentro del campo y no en un camino, como iba a ser inicialmente. Pero fue un éxito. Hasta hubo corredores profesionales que por primera vez lo hacían desnudos”.