Comandos indios mataron a los últimos dos atacantes que resistían dentro del hotel Trident (ex Oberoi) y se hicieron con el control del edificio, mientras que aún se oían explosiones y tiroteos esporádicos en el cercano hotal Taj Mahal, pese a que las autoridades habían dicho anoche que también estaba controlado.

"El hotel está bajo nuestro control", dijo J.K. Dutt, director general de la Guardia de Seguridad Nacional, quien agregó que 24 cadáveres fueron hallados dentro del hotel Trident.

Decenas de huéspedes y rehenes fueron evacuados del hotel algunas horas antes, entre ellos un hombre con un bebe en brazos.

También más temprano, comandos fueron descendidos por sogas desde helicópteros sobre la sede de Bombay de la organización judía ultraortodoxa Casa Chabad Lubavitch, uno de los diez sitios atacados el miércoles por la noche de manera coordinada por hombres armados que se identificaron como milicianos islamistas.

Para la tarde de hoy (hora local), las fuerzas militares especiales controlaban ya los dos pisos superiores del edifico, que tiene cinco en total, informó la cadena de noticias CNN.

Uno de los comandos fue evacuado con una venda en la cabeza, mientras soldados arrojaban granadas de humo dentro del edificio y los tiroteos retumbaban en las calles cercanas.

No había informaciones oficiales sobre si había rehenes dentro del centro judío. A última hora de ayer se informó que 17 cautivos habían sido liberados, pero CNN dijo horas más tarde que todavía quedaban ocho personas retenidas.

Al menos 143 personas murieron y 288 resultaron heridas en los ataques, según cifras oficiales provisorias.

Los operativos estaban casi terminados, según autoridades. "Es cuestión de sólo unas pocas horas más para que podamos poner fin a todo esto", dijo el general N. Thamburaj.

Entre los liberados del hotel Obeori había estadounidenses, británicos, japoneses e indios. Un hombre vestido de chef llevaba un bebe en brazos. También fueron liberados 20 tripulantes de aerolíneas, incluyendo personal de Lufthansa y Air France.

Anoche, luego de la liberación de 400 huéspedes y rehenes, las autoridades dijeron tener bajo control el hotel Taj Mahal. Pero hoy por la mañana la policía dijo que todavía había unos tres atacantes con unos 15 civiles dentro del edificio.

Algunas horas después, las fuentes dijeron que al menos un militante seguía dentro del hotel y había cortado la luz del piso en el que se hallaba. Una ráfaga de disparos y explosiones se oyeron dentro del hotel minutos después de este anuncio.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, dijo ayer que los autores de los ataques provenían del exterior y tenían apoyo extranjero, en lo que se interpretó como una acusación a Pakistán, país musulmán vecino y rival de la India.

El canciller indio profundizó hoy las imputaciones, y dijo que "elementos de Pakistán" estuvieron detrás de los ataques, sin brindar más precisiones.