Tras una intensa búsqueda a nivel regional e internacional, Interpol logró localizar a Miguel Angel Brun en la ciudad colombiana de Medellín, donde había realizado trámites de documentación a través del Consulado Argentino, informó hoy la Policía Federal.

El juez federal Norberto Oyarbide, a cargo de la investigación, ya remitió a través de la Cancillería argentina el pedido formal de detención con fines de extradición, dado que la legislación colombiana sólo permite detener a un extranjero con un requerimiento formulado a través de la vía diplomática.

Brun está acusado de una presunta defraudación contra la administración pública que perjudicó al Estado Argentino en algo más de un millón doscientos mil dólares entre los años 1997 y 1999, en la última etapa del gobierno de Carlos Menem.

Según figura en la causa judicial, en octubre de 1999, al efectuarse un registro contable se comprobaron anormalidades y se procedió a investigar el área que estaba a cargo de Brun, quien se desempeñaba como subtesorero del Inssjp, a cargo de los registros, pagos y reintegros.

Según surgió de la investigación, Brun habría retenido cheques de diversos prestadores de la Obra Social que debían ser registrados contablemente para ser incorporados a las cuentas del organismo.

"Lejos de ello, Brun retenía los cheques y los depositaba en sus cuentas, para posteriormente retirar el dinero en efectivo para su beneficio propio", fue la conclusión a la que llegó el Juzgado Federal Número 5, que instruyó la causa.

En ese entonces, Brun, persona retraída y de apariencia tímida, según la descripción que de él hicieron, integraba la plana que administraba las cuentas de la obra social más grande de país y que estaba conducida por Víctor Alderete.

Según la investigación, Brun habría violado deberes que le correspondían por su obligación laboral con ese Instituto, y mediante la adulteración de los balances consiguió retener el monto en cuestión.

Según fuentes policiales, las pruebas reunidas fueron contundentes y Brun debía ir preso, pero al sospechar que iba a ser detenido, sin mediar palabra ni despertar sospechas, se retiró de su lugar de trabajo, aduciendo tener que efectuar un trámite.

Lejos de regresar, desapareció de todos los lugares conocidos sin avisar ni siquiera a su madre, que desconocía el paradero de su hijo y debió mendigar en la vía pública.

Al no obtener datos concretos sobre Brun a nivel nacional, el juez Oyarbide ordenó su "captura internacional".

Fuente: Agencias