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A los clubes no les ha ido mejor cuando la administración de sus patrimonios quedó en manos de magistrados o fideicomisos bajo control judicial. En Ferro, el juez de Primera Instancia en lo Comercial, Rodolfo Herrera, fue destituido de su cargo luego de que fuera denunciado por enriquecimiento ilícito, cohecho agravado, violación de los deberes de funcionario público y administración fraudulenta en la quiebra del club. Y Si prosperara un pedido de juicio político contra el doctor Enrique Gorostegui, quien entiende en la quiebra de Racing, sería el segundo magistrado en problemas, aunque por razones diferentes a las que le costaron el puesto a Herrera.