EL PAíS › EL PRESIDENTE NESTOR KIRCHNER Y CRISTINA KIRCHNER VIAJAN A MEXICO

Afinidades comerciales

El Gobierno busca afianzar el vínculo bilateral, ya que el creciente intercambio económico no se ve reflejado en la relación política con la administración del conservador Felipe Calderón. Mañana firmarán un Acuerdo de Asociación Estratégica.

 Por Fernando Cibeira

A contramano del nutrido cronograma de viajes de Cristina Fernández durante este año, el presidente Néstor Kirchner apenas si usó el pasaporte. Sólo salió del país cuatro veces, siempre a destinos dentro de América del Sur. El dato sirve para ilustrar la importancia que el Gobierno otorga al periplo que el Presidente iniciará hoy hacia México para reunirse con su par Felipe Calderón. La visita pretende reencauzar definitivamente una relación bilateral floja a nivel político pero que marcha viento en popa a nivel comercial, a punto que casi duplicó el monto del intercambio en los últimos dos años. Con el Acuerdo de Asociación Estratégica que firmarán mañana los presidentes, en el Gobierno esperan afirmar un vínculo que imaginan muy redituable a futuro. Así, Kirchner tiene agendado el martes un encuentro con el magnate Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según el último listado de Fortune. El viaje, además, servirá como presentación en el escenario internacional de Kirchner y su esposa funcionando como tándem político de presidente y candidata a sucederlo, algo que ya ha despertado la curiosidad de los medios mexicanos.

Será la primera visita oficial de un presidente argentino a México desde el 2000. En aquella ocasión, Fernando de la Rúa viajó para el traspaso de mando entre Ernesto Zedillo y Vicente Fox y se entrevistó con ambos. Kirchner pisó tierras aztecas en 2004, pero lo hizo para participar de una cumbre continental en Monterrey. En cambio, quien sí viajó al DF y se reunió con el presidente Calderón fue Cristina, en abril pasado, justamente para preparar la llegada de Kirchner.

Con Fox, Kirchner mantuvo una relación que mediaba entre lo correcto y lo amistoso que desbarrancó en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, en noviembre de 2005. Fox eligió el papel de portavoz de George Bush y el sector que buscó imponer en el encuentro la urgente reactivación del ALCA, mientras que Kirchner lideró la resistencia del Mercosur y Venezuela. Resultado: habían pasado varios días y Kirchner y Fox todavía se mandaban mensajes a través de la prensa. “Que Fox se ocupe de México que yo me voy a ocupar de defender a los argentinos como corresponde”, cerró la discusión Kirchner, que por poco no termina en incidente diplomático.

El clima varió con la llegada de Calderón a la presidencia, en elecciones controvertidas, un año atrás. Pese a pertenecer al mismo partido que Fox, el conservador PAN, fue evidente que el nuevo presidente buscaba dejar atrás la mala onda. En octubre del año pasado decidió incluir a la Argentina en su breve gira de presentación por la región. “Soy profundamente latinoamericanista”, se diferenció Calderón de su antecesor. En la Casa Rosada, Kirchner y el mexicano se prometieron intensificar la relación. Luego las cancillerías se pusieron a trabajar en el tema.

Encontraron que el interés era mutuo. México –explicaban en la Cancillería argentina– comprendió que el acuerdo Nafta que firmó con Estados Unidos tiene un techo y comenzó a mirar al sur en busca de nuevos socios. Argentina, con sus portentosas tasas de crecimiento, no les suena como una mala opción.

En tanto, Argentina tiene muy en cuenta que México es el otro gigante de Latinoamérica, con un PBI apenas un poco menor al de Brasil. “Es un país grande, con una economía previsible y con continuidad en su política exterior”, explica el subsecretario de Política Latinoamericana, Agustín Colombo Sierra, quien trabajó en la letra del acuerdo que firmarán mañana los presidentes.

Afinidades

El inconveniente que se percibe a simple vista es que los gobiernos no parecen nada afines ideológicamente, un dato que Kirchner suele tener en cuenta al momento de tejer amistades y que ya marcó, para mal, su relación con Fox. “Están gobernando los conservadores, ¿cuál es el problema? Nosotros vamos a firmar un acuerdo con un país importante, de un gran desarrollo industrial. Quién esté gobernando pasa a ser secundario”, respondía al interrogante un funcionario argentino.

Lo cierto es que antes de las elecciones presidenciales de 2006, el kirchnerismo había intercambiado gestos de simpatía hacia el PRD de Manuel López Obrador, quien hoy sigue denunciado que le robaron la elección y se hace llamar “presidente legítimo”.

Con elegancia, Calderón pasó por alto la cuestión cuando decidió reunirse con Kirchner el año pasado. Por eso, ahora hubo consultas a alto nivel para saber si a Calderón le molestaría que Kirchner se reúna y reciba las llaves de la ciudad de manos del jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, también del PRD. Cerca de Calderón dieron el OK. Así fue que en la Casa Rosada se enteraron de que Ebrard está enfrentado en la interna partidaria con López Obrador y que en el oficialismo están interesados en darle aire al alcalde. Kirchner lo verá el martes.

Hasta ahora, Argentina y México tienen firmados acuerdos ACE (de complementación económica), que en los últimos tiempos se ampliaron a varios productos. El instrumento ha sido efectivo. El intercambio entre ambos países pasó de unos 1500 millones a 2600 millones de dólares en 2006, con una balanza levemente favorable a la Argentina. Las proyecciones indican que para este año trepará a 3000 millones. Para 2008, ya dependerá del funcionamiento del Acuerdo de Asociación Estratégica.

En abril, Cristina Kirchner y el canciller Jorge Taiana suscribieron con Calderón un borrador de lo que se firmará mañana en el Palacio Nacional. Básicamente, el acuerdo busca darle un mayor rango a los instrumentos que regulan la relación. “El tema es que la relación bilateral anda con apuro porque se llenó de plata”, graficaba un funcionario argentino.

Kirchner dedicará el miércoles a los empresarios. Ese día hablará en el seminario “Comercio e inversiones México-Argentina” y recibirá a un grupo de inversionistas en la Argentina. Estarán los dueños de empresas como Femsa (la embotelladora de Coca-Cola), Bimbo, las farmacias del Dr. Ahorro y del Dr. Simi y varias otras, aunque, sin dudas, la estrella será Slim, dueño del coloso Telmex, quien acaba de relegar a Bill Gates en la competencia por ver quién es el más rico del mundo.

La candidata Cristina Kirchner acompañará a su marido en todas las actividades y tendrá una propia: como ya hizo en su visita a Francia, tendrá un encuentro con intelectuales mexicanos, con quienes intercambiará ideas sobre el destino de América latina.

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Cristina Kirchner con el presidente mexicano, Felipe Calderón, en abril del año pasado.
Imagen: DYN
 
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