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Como en aquellas recordadas carreras de lancha, daría la sensación de que Daniel Scioli corre solo en la competencia por la gobernación de Buenos Aires. Según las encuestas, el pelotón de candidatos opositores que se lanzó en la semana lo sigue de muy lejos. En ese contexto, Scioli evita siquiera mencionar a cualquiera de sus rivales y no se despega de su estrategia de campaña “por la positiva”. El vicepresidente recibe a Página/12 en uno de los varios ambientes de su casa del Abasto, que puede dar testimonio de su gusto por exhibir todos los obsequios que recibe, desde jarrones de Irán a sombreros de China, también fotos con Kirchner, Duhalde, Clinton y Fidel Castro y hasta un guante autografiado por el ex campeón del boxeo Marvin Hagler. Scioli llega con los minutos contados, en medio del trajín electoral que lo agota. “Para peor como soy yo, que me gusta atender a todos y quedar bien con todos”, explica.

–En una semana se lanzaron Blumberg, De Narváez, Guadagni, Patti y Stolbizer. ¿Imaginaba que la oposición iba a estar tan fraccionada o que se iban a juntar para enfrentarlo?

–La verdad que no es un tema que me haya distraído, qué haría o no haría la oposición. En estos meses traté de tener reuniones con todos los sectores de la vida institucional de la provincia. Tengo muy claro qué es lo que quiero y qué es lo que no quiero; lo que la gente espera; dónde están los problemas, cómo resolverlos. Como espacio del oficialismo tengo la responsabilidad de cuidar los avances hechos y explicar cómo sigue.

–Da la sensación de que la campaña va a girar en torno de la inseguridad. ¿Va defender lo hecho por Felipe Solá?

–Es un tema importante porque hace a la defensa de la vida. Es una problemática en la que tenemos que seguir poniendo los esfuerzos desde el Estado alentando la participación ciudadana. Nadie mejor que un vecino sabe quién es quién en su barrio, dónde se vende droga o dónde hace falta un policía. Hay que trabajar mucho desde la inclusión, la cultura, la educación, con un estado social activo.

–A la policía, ¿la va a dejar como está o se la sigue modificando?

–Nada se deja como está. Las cosas van cambiando, se van adaptando. A los buenos policías hay que motivarlos, darles capacitación y todos los medios que hay para trabajar en la prevención, y a los malos policías apartarlos.

–El ministro de Seguridad, León Arslanian, ya realizó varias purgas en la policía. ¿Piensa continuar esa línea de trabajo?

–Las decisiones sobre el plan y los lineamientos de la gestión la tomará en su momento quien va a llevar la responsabilidad en esta área. Ahora, es de sentido común que cuando se integra un equipo de trabajo el que cumple sigue y se lo apoya, y cuando se aparta de la ley obviamente se va.

–¿Pero considera un punto importante en la problemática de la inseguridad la actuación de la policía?

–Tengo una visión más integral. Obviamente, la cuestión de la policía entra dentro de la inseguridad. Hay que fijarse que en los lugares donde hay planes de policía comunal y de participación ciudadana se han obtenido buenos resultados.

–¿Piensa ponerlo en práctica en toda la provincia?

–El otro día, en Tigre, Sergio Ma-ssa (el titular de la Anses, que va de candidato a intendente) planteó una modificación a ley para que aquellas ciudades que tengan más de 70 mil habitantes puedan también adoptar este esquema, que es de una policía mucho más integrada a la comunidad.

–¿Ya se puede confirmar que el fiscal Carlos Stornelli será su ministro de Seguridad?

–Ahora está la campaña, después la elección y recién después se definirán todos los ministerios. Es una persona con los valores que yo busco para esa responsabilidad. Decisión, coraje, experiencia, voluntad para comprometerse en la defensa de la vida de las personas.

–Aparece que el fiscal del caso Skanska sería su ministro de Seguridad y al otro día sale que Mauricio Macri le ofreció el mismo cargo en la Capital a Guillermo Montenegro, el juez de Skanska. ¿Será casualidad?

–No sé, yo trato de hacer mi trabajo lo mejor posible. Lo que hacen los demás, no lo sé...

–¿Con quién se imagina debatiendo? ¿Con Blumberg o De Narváez, por derecha, o con Stolbizer o algún otro, por izquierda?

–Con la gente. La relación directa que quiero profundizar cada día más es con la familia de la provincia de Buenos Aires.

–A propósito de eso que dice que va a ser el intendente número 135...

–Porque éste es el momento de los gobiernos locales. Antes los intendentes no podían arreglar un bache, no podían pagar los sueldos, le cerraban las fábricas. Ahora, con una Argentina que resurge, cada provincia y cada intendencia tiene que ver cómo planifica y dónde pone los esfuerzos. Para mejorar una provincia, hay que mejorar los municipios.

–Pero justamente de estos intendentes se dice que en muchos casos están desde hace décadas y representan la vieja política.

–En esos casos la gente elegirá y va a haber más de una opción que adhiera a nuestra propuesta.

–¿Y no habría que ir renovando la dirigencia de la provincia?

–La gente está muy atenta. Hay una gran madurez y una exigencia del voto. Los liderazgos son cada vez más de gestión. La gente evalúa: si la cosa está mejor, alguien quiere seguir y le da otra oportunidad. O está atenta a ver si hay una propuesta superadora.

–Hay municipios donde hay muchos candidatos kirchneristas, con internas muy fuertes. ¿Van a dejar que se presenten todos?

–Hay algunos municipios en los que habrá dos o tres candidatos.

–Pero hay lugares en los que se postulan como diez.

–De acá al 8 de septiembre se va a ir reduciendo. Iremos con Balestrini trabajando con los distintos sectores.

–¿Van a hacer encuestas para resolverlo?

–Como resolvemos las cosas nosotros. Con sentido común, teniendo en cuenta las encuestas, hablando con la dirigencia, con la gente, teniendo en cuenta también la situación de cada distrito.

–La decisión de completar la fórmula con Balestrini obviamente fue bien recibida entre los peronistas pero había otros sectores que esperaban ser tenidos en cuenta –como las fuerzas transversales o las organizaciones sociales– que ahora están a la expectativa de ver qué espacio tendrán.

–Scioli es el de siempre. Amplio, coherente, buscando consensos. Es tan grande esto que hay lugar para todos. Yo hablé con todos, pero mi prioridad es la gestión, buscar resultados. No es ubicar gente como sea y porque sí, sino que la gente yo considere idónea, que tiene capacidad o con programas que andan bien se van a mantener.

–Y hablando de los sectores de la izquierda kirchnerista, el titular del Astillero Río Santiago, Julio Urien, candidato a gobernador, lo criticó porque “nunca fue militante”. ¿Le molestan estas críticas?

–Hay libertad, hay democracia, cada uno puede decir lo que quiera. Yo hago mi trabajo y la gente evaluará y decidirá.

–Hay consultoras que calculan que el déficit de la provincia será de unos 2200 millones de pesos para este año y de más de 3000 para el 2008.

–Estamos trabajando para solucionar el déficit financiero que tiene que ver con un problema estructural económico de la provincia. Por más voluntad que pongan los gobernadores, hay una cuestión que tiene que ver con los puntos de coparticipación que se le sacaron a Buenos Aires. Estamos conversando con la Nación para solucionarlo en el marco del presupuesto de la provincia y el nacional, que la provincia reciba que le corresponde en función de lo que necesita.

–¿Será en base a un nuevo porcentaje de coparticipación o habrá un envío de fondos nacionales?

–Se trata de un menú de distintos temas para poner a la provincia en un equilibrio financiero y que no tenga que salir a buscar préstamos para bajar el déficit. Quiero una provincia sana, fuerte, que los préstamos financieros se usen para inversión productiva.

–¿Sería un nuevo reparto que ya quedaría establecido, de manera que no necesite nuevas negociaciones?

–Bueno, hay que ir actualizando las cosas porque es muy dinámico. Está el tema de los salarios, hay que poner fuerza en mejorar los ingresos.

–Justamente la semana que pasó hubo de nuevo protestas docentes y Solá avisó que no iba a haber más aumentos.

–Es natural que haya mayor demanda por ingresos. Vamos a poner el esfuerzo en una mayor distribución del ingreso, una provincia que brinde cada vez más oportunidades. Nuestro Gobierno ha avanzado muchísimo en eso.

–Hay un tema que ha merecido informes de organismos de derechos humanos que es la situación de las cárceles de la provincia.

–Hay que estar muy atentos y confiar en que estén dadas las condiciones para la reinserción, el respeto a los derechos humanos. Hay un compromiso muy fuerte de nuestro gobierno en la provincia que va a seguir, la política de derechos humanos debe ser transversal a todas las áreas de gobierno y abarcar también la salud, la educación, el servicio penitenciario, la justicia, la seguridad. Me preocupa la cantidad de presos que hay en las comisarías. Es necesario normalizar esta situación.

–¿Cómo imagina su relación con Cristina Kirchner si ambos son electos?

–Muy buena, con las mujeres inteligentes yo me llevo bien. Trabajando en equipo. Ni una provincia ni un municipio, por más voluntad que pongan el gobernador o el intendente, salen adelante solos, si no es articulando con la Nación. Si se integran los países, mucho más debe integrarse una provincia al resto del país y al mundo.

–Hablando de integración, no va a ser fácil la convivencia con Macri en la Capital. Ya hubo un primer cruce por la cuestión de la basura.

–Con Macri tenemos una agenda del área metropolitana que tiene que ver con seguridad, transporte y la nueva realidad del tema de la basura. Acá hubo un fallo de la Corte Suprema que determinó que hay que cerrar los basurales de González Catán y Ensenada, ha aumentado el volumen de los residuos muchísimo y hay que cumplir con la ley de basura cero. La ciudad genera una cantidad de basura muy importante.

–¿Felipe Solá va a ser el primer candidato a diputado?

–El 8 de septiembre cierran las listas. Es probable.

–¿Arslanian va a ocupar algún lugar en su gobierno?

–Me dijo que quiere volver a su actividad profesional. Es evidente que ha sido muy fatigosa su tarea.

–¿Cree que el Gobierno y los candidatos oficiales sufrieron un desgaste por los últimos hechos de corrupción?

–Pero más allá de la evaluación que se pueda hacer, lo importante es que ante la duda el Presidente no dudó.

–¿Y qué opina sobre la reacción que tuvo Daniel Varizat?

–Está detenido.

–¿Quiere decir que tiene que seguir detenido?

–No, el juez definirá eso. Lo que digo es que está detenido.