Desde Córdoba

En toda la campaña casi no hubo referencias nacionales, pero no cabe dudas de que cualquiera de los candidatos que gane la gobernación de Córdoba volcará –en distintos platillos– un peso importante para inclinar la balanza política de uno de los distritos más importantes del país a favor de un determinado candidato presidencial, a menos de dos meses de las elecciones nacionales.

El vicegobernador peronista Juan Schiaretti, candidato a suceder a Juan Manuel de la Sota en el sillón de la Casa de Tejas, ya dejó trascender que hará “campaña como gobernador por Cristina” Kirchner porque “su proyecto es música para sus oídos”. Su principal contrincante, el intendente de la ciudad de Córdoba y candidato por el Frente Cívico y Social, Luis Juez, tomó clara distancia del gobierno nacional al que estuvo vinculado cuando la “transversalidad” era el proyecto político del Presidente: “No soy candidato kirchnerista”, dijo contrariado por la alianza que el kirchnerismo tejió en La Docta. Más atrás en las encuestas, el radical Mario Negri aspira a dar la sorpresa, al menos para recuperar parte del electorado histórico de la UCR en la provincia que gobernó por varios años y debilitar a los radicales K que emigraron a la Concertación Plural impulsada por el gobierno nacional, para alinear a los correligionarios cordobeses detrás de Roberto Lavagna.

Aunque en el cuarto oscuro habrá papeletas de nueve fórmulas a la gobernación y unas treinta que acompañan en diversas alianzas y acuerdos electorales, Schiaretti, Juez y Negri concentrarán –según las encuestas– el grueso de las voluntades de los 2.366.000 cordobeses en condiciones de votar. Apoyado en los datos que arrojan esos mismos sondeos de opinión, que consulta y revisa a cada momento, el vicegobernador está convencido de que será el hombre que sus coprovincianos elegirán para suceder a De la Sota. Así también lo afirma el tracking –encuestas de último momento– que el propio Schiaretti tenía en sus manos ayer al mediodía.

Schiaretti es un contador y economista que repartió su vida pública entre la militancia y la consultoría de grandes compañías privadas, que fue secretario de Industria y Comercio de Carlos Menem (1991-1993) e interventor de Santiago de Estero (1994-1995), prefiere evocar ahora otros tiempos. “Con (Néstor) Kirchner compartimos muchas cosas, tenemos una historia en común y amigos desaparecidos. Los dos venimos del peronismo revolucionario de los setenta”, dice a sus colaboradores.

Aunque Schiaretti y Juez compartieron una amistad –mucho más allá de la militancia en las filas del PJ y un paso común (en distintas épocas) por el Liceo Militar General Paz en sus estudios secundarios– están ahora abiertamente enfrentados.