El macrismo insiste en ponerle más obstáculos a la sanción de una ley que reglamente la atención de los abortos no punibles en el ámbito porteño. Para evitar que avance el tratamiento de un proyecto promovido por legisladores de la oposición –que fue consensuado a lo largo de los últimos dos años– pidió el martes que se debata en una comisión más, la de Asuntos Constitucionales. En la jerga legislativa agregarle giros a un proyecto significa que se lo quiere congelar. La iniciativa de Diana Maffía, Gabriela Alegre y Juan Cabandié fue presentada en marzo con la firma de 23 diputados y diputadas de todos los partidos con excepción del PRO. Fue girada originalmente a tres comisiones: Mujer, Salud y Justicia. En la de Salud, ya empezó a discutirse, tal como informó este diario y podría tener dictamen en dos semanas. La posibilidad de agregarle un giro, como promueve el macrismo, se acordó que se vote en la sesión de hoy.

El proyecto se limita a establecer un protocolo de atención de los casos de aborto no punibles contemplados en el artículo 86 del Código Penal desde 1921, con la idea de evitar que se exija a las mujeres requisitos arbitrarios, que demoren y obstaculicen las intervenciones. La propuesta está en línea con el reclamo que acaba de hacer al país el Comité de Derechos Humanos de la ONU al país, al manifestar su preocupación por las interpretaciones restrictivas que se hacen de los permisos para abortar tanto por médicos como por jueces. Contempla, además, la objeción de conciencia para los profesionales que no quieran realizar un aborto legal en el sector público. Sin embargo, desde 2008, cuando se comenzaron a discutir los proyectos el macrismo siempre votó en las comisiones para archivarlos hasta que perdieron estado parlamentario. Maffía, Alegre y Cabandié decidieron insistir con el tema y presentaron un proyecto de ley consensuado.