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Considerado de alto riesgo por los recientes enfrentamientos entre hinchadas, que dejaron un luctuoso saldo, el clásico de mañana entre Huracán y San Lorenzo tendrá un policía por cada 30 espectadores y la atención de los organismos de seguridad estará volcada sobre una facción de la barra brava de Huracán, más conocida como “La Banda de El Pueblito”, a la que catalogan como “más relacionada con la delincuencia común que ningún otro sector de la barra brava de Huracán”.

En la cancha no hay cuentas recientes que estén pendientes: desde que Huracán regresó a Primera la pasada temporada, los tradicionales rivales de Parque Patricios y Boedo se enfrentaron en dos oportunidades: fue 1-1 en la cancha del Bajo Flores, en el Apertura 2007, y 0-0 en el estadio de Argentinos, cuando Huracán fue local en el torneo pasado.

Pero la hipótesis de trabajo de los organismos es la posibilidad de una venganza violenta de la barra huracanense para vengar la muerte del barrabrava Rodrigo “Cafú” Silvera, de 27 años, quien murió el domingo pasado tras 23 días de agonía, luego de haber sido baleado el 1º de noviembre, cuando la barra de Huracán, que volvía de la cancha de Vélez, en Liniers, tras el partido contra Estudiantes, para participar en los festejos por el centenario del club, se involucró en un tiroteo con barras de San Lorenzo, después de una cita presumiblemente realizada a través de Internet.

Para facilitar la tarea, sólo se venderán 23.800 localidades, lo que dejará grandes espacios sin cubrir en el estadio de Boca, en el que se disputará el encuentro: no se habilitarán, por caso, las bandejas media y alta de las plateas laterales.

El operativo de prevención, con 810 policías, comenzará a las 6 de la mañana, casi 12 horas antes del arranque del encuentro. Los controles habituales –con tres cacheos previos antes de ingresar al estadio– estarán reforzados por la División de Operaciones Urbanas de Contención de las Actividades Deportivas (Doucad), especializada en concentraciones masivas con alto grado de conflictividad y creada en 2003 como refuerzo operativo contra la violencia en el fútbol.

“Con los presidentes de ambos clubes planificamos las medidas adicionales que requiere un espectáculo de esta magnitud –explicó el titular de la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (Subsef), Pablo Paladino–. La hinchada de Huracán va a utilizar la Norte media y la Norte baja, y los hinchas de San Lorenzo, los sectores Sur medio y alto.”

Huracán aceptó postergar su regreso al ahora rehabilitado Estadio Tomás A. Ducó para favorecer el control de la situación. “Creo que la seguridad está antes que todo –opinó el presidente del club, Carlos Babington–. Duele perder la localía, pero cuando se toman estos controles es mucho mejor para el fútbol”, consideró el ex futbolista. “El próximo partido (con Vélez) vamos a tener la alegría de volver a nuestro estadio, cerrando un año importante para el club en el año del centenario. Ganarle a San Lorenzo sería lo mejor que nos podría pasar para terminar el año.”

“Esto tiene que ser una fiesta –reflexionó el titular de San Lorenzo, Rafael Savino–. Esto no es de vida o muerte. Obviamente queremos ganarlo, pero adentro de la cancha y que la gente vuelva a los estadios.”