A Lanús le salió todo bien: sin varios de sus titulares, preservados para el partido contra Estudiantes por la Copa Sudamericana, fue ampliamente superior a Gimnasia de Jujuy, le ganó 2-0 con goles de Aguirre y Valeri, de penal, y consiguió su tercer triunfo –incluido el clásico ante Banfield– en una semana perfecta.

Cabrero dejó intacta su defensa pero rotó de mitad de cancha hacia adelante pensando en el partido del miércoles ante Estudiantes. Sólo Valeri y Pelletieri, los dos mejores del partido, repitieron en relación con la victoria del clásico. A pesar de esto, Lanús siempre fue superior a Gimnasia. Si bien el partido arrancó aburrido, los locales empezaron a encajar y a encontrarse con el correr de los minutos. Para esto fue clave el trabajo de Valeri, que cumplió a la perfección sus dos funciones: cuando su equipo no tenía la pelota era mediocampista por izquierda, pero cuando Lanús avanzaba, jugaba suelto por todo el frente de ataque. El gol llegó a los 23 tras un centro de Velázquez que cruzó toda el área y que capturó Aguirre solo entrando por el costado derecho, para tocar a la red ante la salida de Valdiviezo. 1-0 y festejo con bronca del juvenil que silenció a la impaciente platea local.

Con la ventaja, el rol de Lanús fue aún más cómodo. Plantado algunos metros más atrás, Pelletieri se hizo amo y señor del medio, mientras que arriba Biglieri y Aguirre jugaban papi-fútbol (Cabrero se alteraba ante cada pisada de más) en cancha grande. El segundo tiempo fue una extensión del primero. El de Cabrero fue un equipo serio a la hora de defender y otro suelto y atrevido cuando atacó. A los 65, Valeri, de penal, tras un agarrón a Viera, puso el segundo y liquidó un encuentro que ya estaba cerrado mucho tiempo antes. Fue un partido redondo para Lanús, en el marco de una semana perfecta.