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El genocida Eduardo Massera será visitado por un médico el 3 de diciembre en su casa porteña. La Justicia italiana, que lo acusa de homicidio múltiple con los agravantes de malos tratos y tortura, durante la dictadura militar, quiere chequear su estado de salud para comprobar si puede asistir a una audiencia.

El juez de investigaciones preliminares de Roma, Marco Mancinetti, acusa a Massera de homicidio múltiple con los agravantes de malos tratos y tortura. Lo considera responsable de la muerte entre 1976 y 1977 de tres personas. Se trata de Angela Aietta de Gullo y Giovanni Pegoraro, nacidos en Italia, y la hija de este último, Susana, nacida en Argentina y que estaba embarazada al momento de ser secuestrada. Susana dio a luz a una niña, apropiada ilegalmente por los responsables del terrorismo de Estado. La ahora joven fue ubicada hace pocos años por las Abuelas de Plaza de Mayo, pero su madre integra la lista de los desaparecidos.

Visitarán a Massera el asesor médico del tribunal Piero Rocchini y los asesores de la acusación privada Fernando José Scoponaro y Alfonso Carofile, para verificar si el represor puede asistir a la audiencia en que se examinará la solicitud para enjuiciarlo, suspendida en su oportunidad a causa de su estado de salud. La visita de los peritos se concretará tras numerosas tentativas para recibir asistencia de los jueces en la Argentina, afirmaron fuentes judiciales en Italia.

Sin embargo, en marzo de 2007 el psiquiatra italiano Roberto Tartarelli fue autorizado por el juez federal Guillermo Montenegro para revisar al ex almirante. En aquella oportunidad, el experto concluyó que, si bien había una leve mejoría en el estado físico de Massera, su estado mental era deficiente. “No razona y desvaría”, dijo en esa circunstancia una fuente del caso. El múltiple imputado en los procesos por delitos de lesa humanidad sufrió un ataque cerebral hace seis años. Fue declarado “insano” en todos los procesos en el país, pero la Justicia italiana quiso verificar por sí misma. Por los mismos delitos que se acusa a Massera fueron condenados Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Jorge Raúl Vildoza, Héctor Antonio Febres y Antonio Vañek.