El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, calificó como un “ataque a la democracia y delito de sedición” el hecho de que algunos intendentes radicales se hayan encadenado en la Casa de Gobierno con el apoyo de legisladores del mismo partido, tras ingresar abruptamente y golpear a policías de la guardia. “Lo ocurrido fue armado hace aproximadamente tres semanas en el municipio de Presidencia Roque Sáenz Peña, con una estrategia deliberada de venir a tomar la casa de gobierno”, afirmó Capitanich en declaraciones radiales. Por su parte, el Foro de Intendentes Justicialistas concurrió a la Casa de Gobierno para expresarle su solidaridad al gobernador y repudió la actitud de sus pares de la oposición.