El intendente de la ciudad de Córdoba, Luis Juez, atendió a los periodistas en su estudio jurídico, donde prometió regresar si pierde hoy. Aunque de esa posibilidad ni piensa ni quiere hablar: “Estamos en un empate técnico”. Locuaz, dueño de una lengua filosa que mecha el típico humor cordobés en cada definición política, aseguró que no es candidato del kirchnerismo pero también dejó en claro que a pesar de sus diferencias “no me voy a parar en la vereda de enfrente al Gobierno para cascotearlo”.

–A usted lo apoya un sector del kirchnerismo...

–No sé, yo no le he notado. La verdad es que si son cariñosos, yo no he recibido un beso, eh. Acá vino sólo Graciela Ocaña, por una relación de amistad que tiene conmigo. Yo no soy un candidato kirchnerista. Soy un candidato del pueblo de Córdoba, no soy un candidato del Presidente. Apoyo su política de derechos humanos, he aplaudido su política de negociación con el FMI, pero he criticado durísimamente la modificación al Consejo de la Magistratura, me opuse a la renegociación con el grupo Eurnekian, igual que la situación en Aerolíneas Argentinas.

–Usted se había plegado al proyecto transversal del Gobierno.

–No acepto los contratos de adhesión, vengo construyendo un proceso transversal con un montón de amigos que tienen chances de gobernar su provincia como (Hermes) Binner hoy, (Miguel) Lifschitz en Rosario va a seguir gobernado, como (Martín) Sabbatella en Morón, (Emilio) Martínez Garbino en Entre Ríos. Tengo mucho respeto por (Carlos) Chacho Alvarez, que fue el único tipo que me llamó para desearme suerte.

–¿El gobierno nacional eligió otros aliados en Córdoba?

–Terminamos como dice Borges: ni buenos ni malos, incorregibles los muchachos. Prefieren comprar seguro que bancarse la construcción de un proceso. Qué diferencia hay entre Schiaretti y (Hugo) Curto o de la Sota y lo peor de los intendentes del conurbano: ninguna.