La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se convirtió en la estrella de los mandatarios extranjeros asistentes a la toma de mando de Alan García. El nuevo presidente peruano se prodigó en gestos de simpatía para con ella. García no ha ahorrado elogios para Bachelet y su gobierno, con el que se ha declarado plenamente identificado, y ha expresado que uno de los objetivos centrales de la política internacional de su recién estrenada administración será mejorar las relaciones con Chile, históricamente tirantes y marcadas por la desconfianza mutua.

Bachelet fue la última de los invitados extranjeros asistentes a Lima en abandonar el Perú. Ella se quedó un día más para asistir, como invitada de honor, al desfile militar que se realizó ayer en Lima. Cuando subió a la tribuna oficial, lo primero que hizo García fue saludar a la presidenta chilena besándole la mano. Frente a las tropas peruanas y parada al lado de García, Bachelet sorprendió a todos cuando comenzó a cantar el himno nacional peruano. García se volvió sonriente y le marcó el tono con la mano. Esta inusual escena de un presidente chileno cantando el himno peruano en una ceremonia militar de las Fuerzas Armadas del Perú fue ampliamente difundida por la televisión local a lo largo del día. Bachelet le devolvió públicamente los elogios a García y la chilena aseguró que sentía un afecto muy especial por el Perú porque su madre había vivido varios años en este país. A lo largo de las tres horas que duró el desfile, en más de una ocasión García tomó de la mano a Bachelet para hacerle comentarios al oído. “La presencia de la presidenta Bachelet en el desfile militar es una demostración del deseo de afianzar los vínculos entre Perú y Chile”, aseguró el canciller peruano José Antonio García Belaúnde.

Las relaciones entre Perú y Chile han sido complicadas y distantes desde que ambos países se enfrentaron en la Guerra del Pacífico en 1879, en la que el Perú perdió territorio que fue anexado por su vecino del sur. En los últimos años los dos países se vieron envueltos en varios roces diplomáticos, como el reclamo peruano de soberanía sobre una amplia franja de mar que está en poder de Chile. Aunque no lo dice públicamente, García espera que su acercamiento con Chile ayude a consolidar un bloque sudamericano, al cual también espera se integren Brasil y Colombia, para contrarrestar la influencia de Hugo Chávez en la región. Durante el diálogo privado que sostuvieron, García le planteó a Bachelet la reincorporación de Chile a la CAN, organismo del cual fue retirado por la dictadura de Pinochet. “Trabajaremos juntos”, señaló Bachelet a la salida de su reunión con García.