“¡Poderes de los gemelos fantásticos, actívense!”, decían al tiempo que chocaban sus manos los gemelos que luchaban contra el mal junto a Superman y otros superhéroes en la serie animada “Los Súper Amigos”. A continuación, cada uno indicaba en qué objeto deseaba convertirse. En el caso de los polacos Lech y Jaroslaw Kaczynski, sus aspiraciones serían sumamente ambiciosas. “¡En forma de Presidente!”, exclamaría Lech si fuera parte de la banda de superhéroes. “¡En forma de Primer Ministro!”, diría Jaroslaw. Pero ellos no necesitaron ser superhéroes para cumplir sus deseos. Llegaron a esos puestos por mérito propio. Así es como Polonia es el único país del mundo que tiene a gemelos, que son dos gotas de agua tanto en apariencia como en pensamiento, ocupando los dos cargos políticos más importantes del país.

Los gemelos, que de pequeños trabajaban lado a lado colaborando en los quehaceres de la casa, nunca imaginaron que implementarían el espíritu de trabajo en equipo inculcado por su madre, la filóloga Jadwiga Kaczynski, y su padre, el ingeniero Rajmund Kaczynski, en repartirse las tareas de un hogar mucho más grande, formado por millones de casas: Polonia. Si fueron concebidos juntos, nacieron el mismo día –18 de junio de 1949– y estuvieron juntos durante toda su infancia, ¿por qué iban a separarse de grandes?

Lech y Jaroslaw han ido de la mano en todo lo que han emprendido, especialmente en sus carreras políticas. Estudiaron en la misma escuela de Varsovia, su ciudad natal, y en 1962, cuando tenían 13 años, estos de por sí ya peculiares niños tuvieron una experiencia particular: actuaron de protagonistas en una película de aventuras destinada al público infantil y realizada por el Estado comunista, que era la adaptación a la gran pantalla del relato O dwóch takich, co ukradli ksiezyc (Dos que robaron la luna), una de las obras más populares del novelista y cuentista polaco Kornel Makuszynski.

En la película, los niños interpretaban a Jacek y Placek, dos gemelos revoltosos y avariciosos que conciben el plan de capturar la Luna para venderla a buen precio y convertirse en millonarios. Lech y Jaroslaw lograron los papeles estelares en Dos que robaron la Luna por sus rostros angelicales. Sin embargo perdieron ese dulce aspecto hace tiempo. Actualmente son conocidos por su discurso duro y encendido contra el crimen y la corrupción.

Ambos pertenecen al partido Ley y Justicia (PiS, Prawo i Sprawiedliwosc), una formación política creada y moldeada por los propios gemelos, que aspiran a establecer en Polonia la “Cuarta República” para que el país sea conducido con decencia y moral mediante el endurecimiento del código penal y el aumento de los poderes de la policía y de los Tribunales de Justicia. Lech, que es 45 minutos menor que su hermano Jaroslaw, era alcalde de Varsovia antes de convertirse en presidente polaco en octubre del año pasado. En tanto Jaroslaw es el jefe de PiS y desde el 10 de julio primer ministro del país, tras la dimisión del anterior premier, Kazimierz Marcinkiewicz.

El pueblo polaco ahora debe enfrentarse a la misma cara en los dos cargos más importantes del país. En 2005, cuando se dieron a conocer al público internacional, los Kaczynski se mostraban como dos hombres físicamente idénticos, de cuerpo achaparrado (poco más de 1,60 metro de altura), rostro redondo y cabello plateado por las canas. La pregunta del millón es cómo saber quién es quién. Para evitar la natural confusión, los hermanos Kaczynski rara vez se presentan juntos en público. Pero encontrarlos por separado puede resultar aún más complicado para algún ministro o parlamentario. ¿Cómo saber qué saludo corresponde? ¿“Buen día, Sr. Primer Ministro” o “Buen día Sr. Presidente”? Pequeño dilema. Sin embargo hay algunas pistas que ayudan a distinguirlos. Lech tiene dos manchas en una mejilla y en la nariz, y anillo de casado. Jaroslaw en cambio no lleva anillo, ya que permanece soltero y vive con su anciana madre en Varsovia. ¿No se cambian las novias? Cuando uno se enferma, ¿el otro siente el dolor? ¿No se hacían pasar por el otro en los exámenes de la escuela? Son algunas de las típicas y, de tan repetitivas, irritantes preguntas que se les hacen a todos los gemelos momentos después de conocerlos. Los hermanos Kaczynski podrían responder afirmativamente sólo a la última pregunta. En cuanto a las novias, parece que nunca tuvieron problemas con enamorarse de la misma chica ni ganas de intercambiarse las conquistas. El diario alemán Die Welt publicó que existen rumores de que Jaroslaw, a pesar de las duras demostraciones homofóbicas tanto suyas como de su hermano –como prohibir las fiestas gay y llamar “pervertidos” a los que dicen gustar de alguien del mismo sexo–, es homosexual.

La segunda pregunta es puramente sensacionalista. Si bien ser gemelo significa tener un vínculo especial con otra persona, eso no significa que si uno se golpea o se enferma, le duela al otro. El tema de los exámenes es también una pregunta con respuesta bastante obvia. ¿Quién no aprovecharía su similitud con otra persona para zafar de alguna prueba en la escuela –a no ser que se sea sumamente responsable y a uno lo carcoma la culpa, que no suele ser el caso entre los varones–? La cuestión que preocupa ahora a los polacos es si los gemelos se van a hacer pasar por el otro en las reuniones de gabinete o actos públicos. Sólo los hermanos lo sabrán.

Informe: Virginia Scardamaglia.